ACS ha esquivado en Bolsa los temblores que los vecinos de la planta Castor han vuelto a sentir en sus casas. La constructora ha marcado máximos del año gracias a una mejora de consejo.
Los temblores regresan a la planta de gas Castor, pero no así a la gráfica de cotización de ACS, su principal promotor. La constructora que preside Florentino Fernández ha logrado hacerse con alzas del 4,2% al frente del Ibex 35 tras conseguir una drástica mejora de consejo inversor por parte de los analistas de Bank of America.
Los brókeres del banco estadounidense ahora se muestran neutrales con una ACS que hasta ahora aconsejaban infraponderar en cartera a sus clientes. Un cambio que, unido al fuerte recorte de precios que la constructora acumulaba en los últimos días, ha propiciado un explosivo rebote técnico en su gráfica. Y eso a pesar de que el consenso de analistas consultado por Bloomberg otorga un potencial negativo de cercad del 6% para el valor.
En los cruces más eufóricos de la sesión, la compañía ha llegado a marcar 29,69 euros por cada una de sus acciones. Una cifra que supera las resistencias del valor a más corto plazo, al punto de suponer nuevos máximos anuales para su gráfica pero que aún dista de acercarse a la cota decisiva de los 30 euros por acción en que se sitúa su techo más difícil de batir.
Toda esta euforia en el parqué mientras que uno de sus proyectos recientes más emblemáticos en España vuelve a dar problemas. Se trata del depósito de gas Castor, en el que es accionista de referencia. Un nuevo terremoto ha sacudido las inmediaciones de la costa de Castellón frente a las que se erige. En este caso, el temblor ha sido de 2,1 grados en la escala de Richter, según informa la agencia EFE. El Instituto Geográfico Nacional habría registrado el terremoto a las 20:43 horas de ayer lunes a una profundidad de unos 9 kilómetros desde la corteza terretre.
El proyecto Castor ha supuesto ya una inversión de 1.200 millones de euros para la presidida por Florentino Pérez. En la planta gasista participan también Enagás y la canadiense Dundee Energy, que recientemente escenificó sus discrepancias con el proyecto al no suscribir su parte de una ampliación de capital para socios con la que amortiguar las pérdidas que está ocasionando el retraso en la puesta en marcha de la misma a causa de los seísmos.
