Hace seis meses que el petróleo de tipo Brent no cotizaba por encima de los 113 dólares por barril. Este martes, al calor de la creciente tensión bélica que se vive en Oriente Medio, la gráfica de precios del ‘oro negro’ europeo ha llegado a registrar alzas superiores al 2%. El mayor tirón alcista en un solo día desde el pasado mayo.
A las tensiones políticas de Egipto que desde hace meses se venía cotizando al alza en el mercado petrolero, se suma ahora la escalada de violencia en Siria y la amenaza militar de EEUU. Aunque Damasco no es un gran productor de esta materia prima, como sí lo es El Cairo, la inestabilidad política y los eventuales cortes de suministro a los que podría dar lugar un ataque internacional en el corazón de Oriente Medio -una de las mayores regiones petroleras del mundo- sigue calentando la negociación sobre los barriles de crudo.
Ya la semana pasada, varios grandes bancos internacionales de inversión apuntaban que los miedos inversores sostendrían el precio del Brent por encima de los 110 dólares por barril hasta final de año. No faltan ahora los analistas que vaticinan que el del Mar del Norte pueda llegar a tocar los 117 dólares por tonel en las próximas jornadas, especialmente si llega a confirmarse cualquier tipo de intervención por parte de la Casa Blanca y sus aliados. Todo ello mientras en Libia todavía no se ha restablecido por completo la capacidad petrolífera del país tras las revueltas que acabaron con el régimen de Muamar Gadafi.
Si la escalada es exponencial en el caso del petróleo Brent, lo es aún más en el caso del barril de tipo Texas. Los toneles estadounidenses han llegado a negociarse este martes a 109 dólares por unidad, un precio que su gráfica no visitaba desde abril del año 2011. La remontada de hoy ha llegado a ser de más del 3% en los cruces más explosivos en el parqué neoyorquino.
La consecuencia más directa de este brusco ‘rally’ de precios se apreciaba en la cotización de las principales aerolíneas europeas. Tanto la hispano-británica IAG, como la franco-holandesa Air France-KLM y la alemana Lufthansa sufrían descensos del 4% en el precio de sus acciones mientras los inversores descontaban unos mayores gastos en queroseno -su gran gasto fijo- para los próximos meses.
