La publicación de las debatidas cuentas de Pescanova del año 2012 tendrá que esperar. La recién estrenada administración concursal de la pontevedresa ha anunciado que no dará a conocer el balance anual de la compañía, hasta incluso un mes después de que cierre el recuento de su deuda real y la lista completa de sus acreedores.
El nuevo retraso ha sido comunicado mediante hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que en múltiples ocasiones requirió esta información a la anterior directiva de Pescanova. El ya expresidente Manuel Fernández de Sousa remitió in extremis un balance al supervisor de mercado que no solo no contaba con el visto bueno de ningún auditor, sino que ni siquiera gozaba del respaldo de todo el consejo de administración, y que por tanto no fue considerado válido.
Ahora, los administradores designados por Deloitte -la firma internacional que fue propuesta por la propia CNMV para encauzar el concurso de acreedores de la compañía piscícola- han decidido acogerse a lo dispuesto en el artículo 46 de la Ley Concursal. Así, aguardarán hasta un mes tras completar el complicado mapa de deuda de la compañía, que algunos sitúan ya por encima de los 3.000 millones de euros, para cerrar cuentas de 2012 con la vigilancia de BDO Auditores, que siguen ejerciendo esta tarea para la compañía después de que el juez no revocara su nombramiento, y KPMG, su recientemente elegido auditor forense.
Senén Touza Touriño y a Santiago Hurtado Iglesias, representantes solidarios de Deloitte al frente de Pescanova, darán cuenta de esta tardanza al juez y al Registro Mercantil, reza el comunicado. Mientras tanto, la Fiscalía y el supervisor bursátil prosiguen con sus investigaciones en torno a posibles abusos de mercado en torno a la debacle financiera de la compañía que instruye el juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra.
