Wall Street alcanza la media sesión del miércoles con un rojo aún más oscuro que en la apertura. El temor con el que los inversores neoyorquinos se desperezaban ante el rumor de que Alemania podría perder la ‘triple A’ para su deuda ha dejado paso al pesimismo generalizado tras publicarse una amplia batería de resultados corporativos que en contadas ocasiones han logrado cumplir con el pronóstico de los analistas.
La reina de las subastas por Internet, eBay, es una de las cotizadas que más atención cosecha. La decepción que han causado otras compañías del sector con sus cuentas trimestrales tales como Intel y Yahoo! hacen que se espere el peor de los escenarios para sus propias cuentas, a publicarse al cierre de sesión. A pesar de que las previsiones son optimistas, pues sus acciones se han revalorizado un 60% en el último año, sus títulos caen hoy un 2,2%.
Sin ir más lejos, la propia Yahoo! es otra de las que más se duele en estos primeros compases de la temporada de cuentas. La tecnológica ve a media sesión cómo sus acciones aún sufren un lastre del 0,85% a sumar a la caída del 4% que ya se anotó el martes tras conocerse sus resultados del primer trimestre, por debajo de lo esperado por los analistas. Hasta la gigante Apple se contagia del temor de los inversores y sus títulos caen un sonoro 6%.
Los analistas tampoco han recibido con entusiasmo los resultados de Bank of America. A pesar de que ha obtenido unos ingresos de 23.700 millones de dólares, por encima de los pronósticos, sus ganancias se han quedado cortas: el banco ha registrado unos beneficios de 20 centavos por acción, por debajo de los 22 centavos que esperaban los expertos. Por este motivo, sus títulos caen un 6,2% a media sesión negociadora, casi el doble que a la apertura.
Mejor suerte es la que corre Mattel. Al ecuador de las negociaciones, sube un 2,6% gracias a las buenas ventas de sus muñecas American Girl y Monster High, que le han hecho facturar por encima de lo previsto. De hecho, la empresa ha logrado unas ganancias de once centavos de dólar por acción frente a los nueve centavos que auguraban los analistas de Wall Street.
