Wall Street se mantiene en rojo a media sesión en la cuenta atrás para el temido ‘abismo fiscal’

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Wall Street se mantiene en rojo a media sesión en la cuenta atrás para el temido ‘abismo fiscal’

La Bolsa estadounidense va camino de cerrar su cuarta sesión ordinaria a la baja en medio de la ‘batalla’ presupuestaria entre demócratas y republicanos, que parecen no ponerse de acuerdo a pesar del inminente ‘abismo fiscal’. Ante el temor a que el recorte de gastos y la subida de impuestos para el próximo año no consiga frenarse, la confianza de los consumidores ha caído, así como la esperanza de los inversores.

Las empresas tecnológicas, en particular las dedicadas a la fabricación de semiconductores, centran la atención de los operadores de Wall Street. Es el caso de Marvell Technologies, cuyos inversores ven caer un 3,58% sus títulos en el transcurso de la negociación después de que la compañía fuese condenada por un juez a pagar 1.170 millones de dólares a la Universidad Carnegie Mellon por una cuestión de patentes. Esta caída se suma a la que registró ayer, de más del 10%.

Por otra parte, la empresa con sede en Shangai, BCD Semiconductor Manufacturing repunta un 92,29% a media sesión ordinaria en el parqué neoyorquino después de haber accedido a ser comprada por la estadounidense Diodes por 8 dólares la acción.

También tienen especial protagonismo en la sesión ordinaria de hoy en el parqué neoyorquino las fabricantes de automóviles. Ford Motor Company invertirá 773 millones de dólares para la puesta en marcha de seis plantas de fabricación en el sureste de Michigan, una medida que permitirá a la compañía crear 2.350 nuevos empleos. A pesar de la inversión de Ford en el país, sus acciones se dejan un 2,50%.

Mientras que Toyota Motor Corporation vive también una apertura positiva y sus títulos se van un 1,62% al verde a media sesión. La fabricante de automóviles ha anunciado que ha llegado a un acuerdo para resolver una demanda colectiva contra un fallo en algunos de sus vehículos que causaba la aceleración involuntaria de los mismos. La empresa tendrá que pagar 1.100 millones de dólares para instalar un equipo de seguridad nuevo y rembolsar hasta 16 millones a sus clientes.

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