La CNMV cede a retrasar el cumplimiento de la norma de garantías en derivados OTC

Finanzas

La CNMV cede a retrasar el cumplimiento de la norma de garantías en derivados OTC

Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)

Bruselas califica de “desafortunado” que “la industria financiera no haya sido capaz de prepararse para la implementación” de la norma después de dos años. La normativa europea que obliga al intercambio de garantías para la negociación de derivados en mercados no regulados (OTC) entra en vigor el próximo 1 de marzo. Sin embargo, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha advertido de que ante las “dificultades” detectadas, su aplicación efectiva podría demorarse aún “unas semanas” o “pocos meses”.
 
A pesar de que la Regulación de Infraestructura de Mercados Europeos (EMIR, por sus siglas en inglés) fue aprobada ya en 2015, la CNMV ha tomado esta decisión acogiéndose a un informe de las Autoridades Europeas de Supervisión. En este, si bien se comienza por lamentar lo “desafortunado” de que “la industria financiera no haya sido capaz de prepararse para la implementación” de la norma, se presta especial atención a los problemas que están encontrando “las contrapartes de menor tamaño” para responder a esta obligación.
 
De este modo, al igual que el organismo supervisor mundial IOSCO, el organismo europeo insta a las autoridades competentes en cada estado miembro a “considerar el tamaño de la exposición” de estos actores así como el ritmo y documentación a seguir “hacia el pleno cumplimiento” de la norma comunitaria. Una capacidad que excede de sus competencias y que no puede tomarse por norma comunitaria por el tiempo que un retraso formal tomaría cuando la entra en vigor es más que inminente.
 
La nota publicada este lunes por el supervisor español explica que “el cumplimiento en la fecha prevista de este deber está suscitando dificultades a algunas entidades, en particular por la necesidad de ajustar sus acuerdos contractuales”. Así, justifica que con “un enfoque basado en el riesgo”, considerará estos problemas así como “la capacidad y circunstancias concretas de las entidades afectadas al valorar el grado y momento de cumplimiento por las mismas de la obligación mencionada”.
 
En cualquier caso, la CNMV se empeña en no presentar su mano izquierda como un cheque en blanco para la industria y así advierte de que espera que las entidades que estén teniendo dificultades “tomen las medidas necesarias para cumplir sin excepción a la mayor brevedad”, para lo cual exige el diseño de “plan efectivo y realista”. Asimismo, adelanta que “realizará actuaciones específicas de supervisión” para comprobar el grado de cumplimiento de esta nueva normativa.

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