La cotización de Enagás ha perdido más de un 11% en los últimos tres meses y es en uno de los valores del Ibex 35 que con peor pie ha comenzado el año.
El rojo ha vuelto a adueñarse de la gráfica de cotización de Enagás. La compañía gasista ha llegado a caer un 1,6% tras conocerse las dudas sobre el futuro de su concesión estrella en Perú, que podría perder dados los problemas financieros de la brasileña Odebrecht, una de las asociadas de la española en el proyecto.
La advertencia sobre la posible retirada de la concesión del Gasoducto del Sur del Perú (GSP) la ha lanzado la propia Enagás, que ha encadenado así su cuarta sesión consecutiva a la baja en Bolsa. En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la cotizada explica que llegado este extremo podría recuperar el grueso de su inversión “en un plazo máximo estimado de 3 años”, lo que no ha sido suficiente para frenar la espantada inversora.
En el documento remitido al supervisor del mercado se detalla que “según establece el contrato de concesión”, el Gobierno peruano deberá reponer la inversión ejecutada “deducidos los gastos incurridos en el proceso de subasta” a la búsqueda de un nuevo adjudicatario. En este sentido, se garantiza “como mínimo el 72,25% del valor neto contable de los bienes” de la adjudicación. El proceso podría desencadenarse de alcanzar el próximo lunes 23 de enero sin haber alcanzado el cierre financiero del proyecto.
Desde la cotizada española se ha explicado que este contratiempo es fruto de la retirada del proyecto de la brasileña Odebrecht, envuelta en un profundo escándalo de corrupción que salpica a diversas instancias de su país de origen. En este sentido, la compañía soteropolitana figuraba al frente del consorcio GSP, con una participación del 55%. Enagás figuraba como la segunda, con un 25% de participación, mientras que al socio peruano Graña y Montero se le reservaba el 20% restante.
Para reforzar el mensaje de normalidad a pesar de que todo apunta hacia la terminación de la concesión, la presidida por Antonio Llardén ha ratificado tanto sus objetivos de beneficio después de impuestos como de pagos dividendo marcados en su hoja de ruta para los ejercicios 2016-2020. Asimismo ha explicado que “desde la aparición de actuaciones procesales contra Odebrecht” en julio de 2015, cuenta con un grupo de trabajo en el que colaboran asesores externos para “proteger” expresamente y con independencia del resto de la compañía los intereses depositados en el proyecto peruano.
El giro de carteras hacia valores de componente cíclico viene castigando a Enagás en los últimos meses. A lo largo del último trimestre, la compañía ha perdido un 11% de su capitalización bursátil. Desde que empezó el año, la caída suma ya un acumulado superior al 3%.
