Los bajistas redoblan su puja contra el Popular mientras se retiran del resto de la banca

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Los bajistas redoblan su puja contra el Popular mientras se retiran del resto de la banca

Banco Popular

La presión de los cortos sobre el capital social de Bankia ya es más liviana que la que ejercen sobre el Sabadell, mientras un nuevo fondo emerge contra Popular. Las bases del rescate a la banca italiana han caído como un ungüento en el capital de los bancos cotizados españoles. La mayor estabilidad que se prevé ahora para el sector en Europa ha espantado a los especuladores bajistas. Con una única excepción. La presión de los cortos ha vuelto a crecer en Popular, que se sigue hundiendo en Bolsa sin freno.
 
El recuento de bajistas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no deja lugar a dudas: están en retirada en lo que a bancos españoles se refiere. En todos los casos menos en el de Popular son ahora mucho menos numerosos que hace solo dos semanas. Una menor presión que deja más cancha a la tradicional remontada bursátil de fin de año que, debido al peso del sector en el selectivo Ibex 35, implica también buenas perspectivas para la recta final a la cuenta atrás del cierre anual de la Bolsa española.
 
Mientras que en el banco presidido por Ángel Ron la presión de los cortos ha vuelto a engordar por cuarto registro consecutivo, estableciendo un nuevo máximo histórico, en el resto de sus compañeros de sector en el parqué madrileño, los especuladores han aflojado posiciones o, como en el caso de BBVA, las han subido ligerísimamente. En el presidio por Francisco González, el 0,58% de acciones que tienen tomado los bajistas está muy lejos de acercarse si quiera a máximos recientes, y además ningún inversor que individualmente rebase la cota del 0,5% que obliga a descubrirse al resto de inversores y al público en general.
 
Muy distinto es el panorama de la excepción a la regla general. En Popular, un 9,1% de su capital social está tomado por los especuladores, lo que supone un 2% más que hace dos semanas y que a precios de mercado se traduce en unos 357 millones de euros apostados contra una gráfica que en lo que va de año ha perdido un 70%. Ningún freno ha supuesto para estos inversores el hecho de que su cotización siga estando muy próxima a mínimos de las tres últimas décadas, a pesar de la remontada acumulada desde que se anunció el relevo para el presidente Ángel Ron, que se postergará hasta el próximo mes de febrero.
 
Al frente de los bajistas que apremian a Popular a encontrar una hoja de ruta para sus activos inmobiliarios más problemáticos y a reforzar su solvencia se encuentra el fondo AQR Capital, que aglutina ya un 3,39% de su capital social. Un porcentaje que muy de cerca sigue otro especulador habitual del parqué madrileño: Marshall Wace, con un 2,92%. Samlyn Capital tiene en corto un 0,75% del accionariado del banco español, mientras que Citadel Advisors acaba de emerger en este último recuento por vez primera con una posición que alcanza el 0,53% del capital.
 
Dentro del sector, el lastre más llevadero lo sufre Banco Santander, que tiene tomado por bajistas tan solo un 0,28% de su capital social. En CaixaBank, los cortos se mantienen estables en el 0,59% de su accionariado, porcentaje que se atribuye en su totalidad precisamente a AQR Capital Management. Otro valor poco habitual de entre los más señalados por los especuladores, Bankinter, completa la lista de los pesos más livianos, con un 1,18% de su capital tomado en estas agresivas prácticas de inversión, lo que supone una reducción del 17% frente a la quincena pasada.
 
En el caso del Sabadell, los cortos suman un 1,65% en el último recuento de la CNMV, cota ligeramente inferior a la del anterior sumatorio. El que no ha cambiado sus posiciones es el fondo The Abaco Financial, que mantiene invariable su peso desde principio de mes con un 0,5% del capital del vallesano apostado en su contra. Más liviana aún, del 1,45% es la presión que soporta ahora la nacionalizada Bankia, donde la voz cantante la pone Marshall Wace con un 0,61% en sus manos.
 
La mejoría generalizada se ha extendido también hacia Liberbank, aunque en este caso haya sido solo de una décima porcentual. El banco heredero de las antiguas Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria sufre la presión de los cortos sobre un 0,83% de sus acciones, lo que se traduce en unos 7,4 millones de euros a precios del mercado bursátil. Ningún accionista supera a título propio el umbral que obliga a descubrirse ante el conjunto del mercado más allá del 0,2% que obliga a notificar la apuesta bajista al supervisor.

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