El volumen de futuros sobre el Ibex Impacto Dividendo a cierre del pasado mes de noviembre ya alcanzaba la cifra récord de 39.880 contratos suscritos. La inestabilidad de los mercados financieros a lo largo del año que ya se de despide ha dado nuevos bríos a la inversión por dividendos. Los llamados rentistas han sido más numerosos y no sólo en operaciones de contado, también en el mercado de derivados.
Las cifras de negociación de MEFF, la plataforma de derivados de la Bolsa española, da buena cuenta de esta nueva realidad. Los rentistas han desembarcado con fuerza en este mercado, en el que se han descubierto más activos que nunca antes a la hora de arañar unas décimas de rendimiento a unas carreras duramente golpeadas por el reinado de los tipos cero impuesto por los grandes bancos centrales.
El generalizado retroceso de negociación que han tenido lugar durante este 2016 encuentran una de sus escasas excepciones en el mercado de derivados. Y ni mucho menos en todos los activos. La postergación de decisiones de compraventa ante el bamboleo de precios a golpe de la cambiante y tensa situación geopolítica y, por añadidura, la irrupción y creciente protagonismo de las plataformas de negociación alternativa son los dos motivos que han lastrado los registros de actividad de los mercados regulados oficiales.
Uno de los ejemplos más claros de la irrupción de estos rentistas en MEFF es el exponencial crecimiento en el volumen de contratos futuros sobre el Ibex Impacto Dividendo, que a cierre del pasado mes de noviembre ya alcanzaba la cifra récord de 39.880. Esta cota que supera en más de 7.000 el cierre de 2015, que hasta ahora era el mayor registro para este derivado, desde la que ya se apunta un crecimiento del 44,5%.
En los más novedosos futuros sobre dividendos de acciones ‘plus’, las cifras del balance anual de Bolsas y Mercados Españoles (BME) repiten podio. Un total de 720 contratos de esta tipología se habían cerrado hasta noviembre, mientras que en todo 2015 apenas se alcanzaron 484 contratos. En futuros sobre dividendos acciones al uso, los registros ascienden a 276.420 contratos, un 26% que a cierre del año pasado.
Con datos de cierre del pasado mes de noviembre, las cotizadas españolas habían distribuido entre sus accionistas un 0,89% más de caja fuerte que hace un año, hasta un montante total de 24.743 millones de euros en dividendos. Una cifra que engorda hasta los 25.191 millones de euros si se tienen en cuenta las devoluciones de aportaciones por primas de emisión, lo que ha permitido que la Bolsa española lidere el ranking de la rentabilidad por dividendo entre las principales Bolsas desarrolladas del mundo un año más. Con un 4,6% al término del pasado octubre, cerca de 0,4 décimas porcentuales por encima de su promedio mensual de los últimos 28 años.
