Un 38% de los inversores españoles dejaría su capital en manos de un robot

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Un 38% de los inversores españoles dejaría su capital en manos de un robot

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Los inversores y gestores españoles coinciden en que los pequeños patrimonios son los grandes beneficiados por la eclosión de las fintech de asesoría financiera. La penetración de la tecnología en la industria financiera es cada vez mayor. Tanto que son cada vez más los inversores que confían en los robots para la gestión de su cartera de inversión. Incluso en España, donde estas herramientas gozan de una menor difusión, ya son un 38% los que estarían dispuestos a confiar en un robo-advisor.
 
El protagonismo de estas nuevas herramientas fintech se vuelve mayor en pequeños patrimonios, debido fundamentalmente al abaratamiento de costes frente al asesoramiento personal e individualizado. Sin embargo, el desconocimiento generalizado de estos robots hace que todavía un 36% de los inversores españoles desconfíe de estos sistemas.
 
Solo un 22% de los inversores particulares afirma conocer “perfectamente” el funcionamiento y aplicaciones de los robo-advisors, según la encuesta realizada por la red social de finanzas Finect. En el caso de los profesionales de la inversión, la cifra asciende a un todavía raquítico 32%. En los dos grupos, la mayor parte de encuestados reconoce haber leído sobre estos robots pero no conocerlos a fondo: un 54% y un 53% se inclinan por esta respuesta respectivamente.
 
Tanto particulares como profesionales consideran que el ahorro de costes es el principal factor para potenciar la irrupción de los robots en el escenario español de inversión. Después la universalización de los servicios de asesoramiento, una más eficiente distribución de activos y, en último lugar, la calidad del servicio. En torno a este último punto está la circunstancia de que un 67% de los encuestados particulares optarían hoy por hoy por servicios que combinasen la asesoría humana con las máquinas automatizadas.
 
En cualquier caso, los inversores no perciben la mejora tecnológica como una necesidad para que sus gestores tradicionales mejoren el servicio, pues valoran más la ampliación del abanico de productos de inversión a su disposición y una mayor transparencia en el cobro de comisiones. Sin embargo, los profesionales consideran en un 48% de los casos que los robots terminarán reemplazando a los seres humanos en la asesoría de carteras con fondos por menos de 50.000 euros. Entre esta cifra y los 300.000 euros un aplastante 71% se decanta por la convivencia, mientras que en patrimonios de más de esta cifra y para inversores institucionales consideran que el asesoramiento personal seguirá dominando en un 60% de los casos.
 
Las cifras presentadas en el Congreso Anual de la rama española de la Asociación Europea de Asesoría y Planificación Financiera-Patrimonial (EFPA) muestran que el temor a la posibilidad de sobreventa o fraude y a errores en los algoritmos que marcan los movimientos de estos robots son el principal freno a apostar por estos robo-advisors para los particulares. La calidad del servicio prestado y de nuevo las fórmulas matemáticas implementadas son para los profesionales la principal fuente de dudas en torno a la aplicación presente de esta tecnología.
 
En atención a estos criterios, tanto profesionales como inversores consideran que los patrimonios más modestos los que más se beneficiarán con la introducción de estos robots. Sin embargo, no consideran que vaya a perjudicar a ninguna de las cuatro franjas de patrimonio que se establecen ni en un 20% de oportunidades, según la encuesta publicada este viernes.

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