La demanda mundial de petróleo comenzará a caer en una década según la OPEP

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La demanda mundial de petróleo comenzará a caer en una década según la OPEP

Extracción de petróleo

La rapidez con que se están implementando los acuerdos de la Cumbre del Clima de París ha urgido a la OPEP a alertar a sus miembros más dependientes del crudo. El petróleo tiene fecha de caducidad como fuente de energía más demandada a escala global. La Organización de Países Exportadores (OPEP) ha fijado en el año 2029 el principio del fin de la hegemonía del crudo, pues estima que desde ese año la demanda mundial irá cada vez a menos si se implementa íntegro el Tratado del Clima de París.
 
Los cálculos del cártel petrolero por el momento se queda en una enérgica advertencia a sus miembros con economías más dependientes del comercio exterior de crudo para que rebalanceen sus finanzas. Una llamada de atención que llega en un momento en el que el progresivo abaratamiento del barril se ha traducido en dificultades presupuestarias, quejas y exigencias de los socios más dependientes hacia los países del Golfo Pérsico que siguen imponiendo su criterio en la organización.
 
Aunque los países exportadores consideran que actualmente es más probable que la demanda de crudo siga creciendo a lo largo de los próximos 25 años, aunque a tasas muy inferiores a las registradas anteriormente, no descartan la posibilidad de que en 13 años esta industria pueda tocar un techo desde el que ya no quede otra que caer y abaratar el ‘oro negro’. No obstante, esta última posibilidad sigue siendo para el cártel un “escenario B” del que sin embargo aconseja tomar ya buena prevención.
 
Este temor se cifra en un tope máximo de 100,9 millones de barriles al día desde el que comenzaría una brusca decadencia hasta los 98,3 millones de unidades diarias que estima para el año 2040. Un abrupto frenazo que equivale a un recorte del 10% en una década y que cada vez se antoja más posible a juicio de los responsables del cártel por el rápido avance de los acuerdos COP21.
 
La evidencia que ha hecho saltar las alarmas en las oficinas de la OPEP en Viena ha sido la rápida ratificación de los acuerdos suscritos en la Cumbre de París. Mientras que el Protocolo de Kioto, que fue respaldado en 1997, requirió de siete años para ver la aplicación real de sus primeros efectos teóricos, los pactos alcanzados en la capital de Francia han requerido de menos de un año para comenzar a ejecutarse por parte de los países firmantes.
 
A las puertas del encuentro sobre clima que la ONU ha auspiciado en la localidad marroquí de Marrakech y que arrancará este mismo lunes, esta advertencia insólita en la trayectoria de la OPEP ha sorprendido a muchos analistas. Si bien la institución ya había alertado en varias ocasiones del efecto de la progresiva popularidad de las energías renovables, hasta ahora nunca se había puesto fecha a un eventual pico de demanda.
 
En cualquier caso, incluso en el escenario más pesimista, el crudo seguiría representando más de la mitad de la cobertura global de demanda de energía en el año 2040. Sin embargo, se deja la puerta abierta a que antes de esa fecha el mix energético podría haber cambiado con fuerza en función del desarrollo y penetración de nuevos combustibles de origen no fósil.

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