La petrolera Baker Hughes cede en Wall Street pese a su fusión con GE

Los responsables de General Electric y Baker Hughes destacan que el ahorro generado vía sinergias servirá para expandir su negocio durante el “rebote” de la industria. El enérgico avance que presagiaba el mercado de futuros para la petrolera estadounidense Baker Hughes ha terminado convirtiéndose en un abultado castigo inversor. La celebración por la fusión con el negocio de materias primas de General Electric (GE) ha dado paso al pesimismo ante medidas para reflotar el precio del crudo.
 
Las ganancias de más del 6% en los cruces más madrugadores del mercado de derivados de Wall Street han dado paso a descensos cercanos al 4% en la volátil gráfica de Baker Hughes. Los inversores muestran así sus dudas sobre la necesaria materialización en medidas concretas de los acuerdos mínimos alcanzados en la cumbre de miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) celebrada esta última semana.
 
Con este panorama, se diluye la euforia por el nacimiento de un nuevo gigante de la industria petrolera, la nueva Baker Hughes, que generará ingresos anuales por 32.000 millones de dólares, cerca de 29.230 millones de euros al cambio de divisas. El alumbramiento está previsto para mediados del año próximo mediante una operación valorada en 7.400 millones de dólares, importe que desembolsará el aglomerado estadounidense.
 
En virtud de los términos aprobados para la operación, los accionistas de Baker Hughes recibirán un dividendo extraordinario de 17,50 dólares por título y mantendrán la titularidad de un 37,5% del capital social de la nueva compañía. El restante 62,5% corresponderá a GE, en virtud de la aportación de sus unidades de negocio de petróleo y gas. En cualquier caso, la operación que cuenta con luz verde de los consejos de administración de ambas sociedades requiere aún el visto bueno de las autoridades pertinentes.
 
Se prevé que el nuevo gigante del petróleo genere unas sinergias de 1.600 millones de dólares para el año 2020, lo que se traduce en unos 1.461 millones de euros. Estos ahorros han sido señalados por los responsables de ambas compañías como una oportunidad para expandir negocio mientras confían que se produzca el “rebote” de la industria.