El BCE fuerza a Noruega a revisar su cartera de inversión

Bancos centrales

El BCE fuerza a Noruega a revisar su cartera de inversión

Sede del BCE

El comité de expertos responsable del fondo soberano de Noruega han aprobado por amplia mayoría que el peso de la inversión en Bolsa ascienda a un 70% del capital. La hasta ahora exitosa trayectoria inversora del fondo soberano de Noruega, el mayor del mundo en su especie, necesita un golpe de timón. Así lo han estimado sus gestores al evaluar a fondo el inhóspito paraje del mercado de renta fija, resultado de las políticas impulsadas por el Banco Central Europeo (BCE).
 
La nueva estrategia del Fondo Global de Pensiones del Norges Bank pasa, indubitadamente, por asumir más riesgo vía una mayor exposición a renta variable que aúpe la rentabilidad de su cartera. El insólito cambio de guión se ha producido en la misma semana en la que el BCE ha confirmado sin fisuras el mantenimiento de tipos de interés en mínimos históricos y, además, ha vuelto a dejar la puerta abierta a una extensión del programa de recompra de bonos más allá del término inicialmente establecido en el mes de marzo del año próximo.
 
Esta drástica revisión de estrategia ha sido refrendada por una amplia mayoría de la comisión supervisora del vehículo soberano noruego. Así, la recomendación de este orégano es que la fuente de las pensiones públicas de los ciudadanos de Noruega incremente su inversión en Bolsa del 60% actual hasta un 70%.
 
Los miembros del comité favorables a la decisión han reconocido que el riesgo de esta estrategia es mayor pero que, sin embargo, es “aceptable” por la capacidad para adaptar la política económica al incremento del riesgo, tanto en el corto como en el largo plazo. No obstante, las actas del organismo también revelan que uno de sus colegas se manifestó a favor de rebajar el umbral de exposición a acciones al 50% por considerar que para los objetivos del fondo es mejor contar con mayor predictibilidad que con mayor rentabilidad.
 
En este sentido, la renta variable es un activo más volátil que los bonos, especialmente en los últimos tiempos en los que las políticas acomodaticias de los grandes bancos centrales mantienen a raya las cotizaciones del mercado de renta fija y, por descarte, la reacción de las Bolsas es mucho más drástica ante cualquier estímulo externo.
 
Los últimos datos disponibles muestran que las posiciones en renta variable del fondo alcanzaron un 60,6% del total de su cartera, lo que supone un 1,7% más que al término del segundo trimestre del año. Mientras tanto, la renta fija cayó de representatividad en el vehículo inversor de Noruega, al pasar de un 37,4% al 36,3% a cierre del pasado mes de septiembre. La proporción destinada a inversión inmobiliaria, sin embargo, se mantuvo invariable en el 3,1% del capital del fondo.

Más información