De la Cumbre de París a finales de 2015 los países sacaron una conclusión clara: “El cambio climático tiene cada vez más afección en la cantidad y calidad del agua dulce continental”. El problema del agua se está desarrollando en los últimos tiempos por el cambio climático, el sobreuso del recurso, la contaminación, la sobrepesca y la modificación de los hábitats acuáticos. De hecho, el Foro Económico Mundial y otras instituciones ya han calculado que para 2030 habrá una demanda un 40% más alta de agua potable, para la cual es necesaria el agua dulce. Una necesidad que no tendrán, a priori, los islandeses.
Por cada islandés, Islandia tiene 520.000 metros cúbicos. Aun así, han ido perdiendo capacidad en las últimas décadas: en 1992 la proporción aumentaba hasta los 651.000 metros cúbicos, según los datos del Banco Mundial que datan de 2014. Guayana, el país con mayor biodiversidad del mundo, cuenta con 320.000 metros cúbicos por habitante, donde el 15% del agua dulce del mundo proviene de este país sudamericano. El vecino de Guyana, Surinam, se sitúa en el tercer puesto de mayor número de metros cúbicos de este material por habitante, con 180.000. Por su parte, España se coloca en el puesto 92 mundial con 2.390 metros cúbicos por español.
País
- 1. Islandia520.000
- 2. Guayana320.000
- 3. Surinam180.000
- 4. Papúa Nueva Guinea110.000
- 5. Gabón100.000
- 6. Bután100.000
- 7. Canadá80.000
- 8. Islas Salomón80.000
- 9. Noruega70.000
- 10. Nueva Zelanda70.000
- 95. España2.390