La brecha de Pescanova se extiende también entre los antiguos accionistas

La crisis de Pescanova

La brecha de Pescanova se extiende también entre los antiguos accionistas

Pescanova

El fondo estadounidense Broadbill plantea una propuesta alternativa a la de la cúpula de Pescanova de cara a la junta de accionistas del próximo 20 de septiembre. El conflicto abierto entre los accionistas de Pescanova va a más. Ya no solo hay división entre los antiguos inversores y los viejos bancos acreedores ahora dueños de la nueva matriz del grupo, sino que las discrepancias comienzan a aflorar entre los primeros. Un fondo pide abiertamente la renovación del consejo de la histórica firma gallega.
 
Ha sido Broadbill Investment Partners, titular de un 3,7% de Pescanova -y por tanto dueño teórico de un 0,11% de Nueva Pescanova, el que ha desatado los truenos entre el núcleo de accionistas históricos que hasta ahora se presentaba como una piña ante los bancos. En este sentido, el fondo inversor carga contra los actuales responsables de la gestión del antiguo emporio gallego de la pesca que saltó por los aires al descubrirse los amaños contables perpetrados durante la presidencia de Manuel Fernández de Sousa, hijo del fundador de la firma.
 
Aunque en la anterior batalla contra la banca, Broadbill trabajó codo con codo con el resto de accionistas históricos para conseguir salvaguardarse para sí una participación conjunta del 20% en el capital de Nueva Pescanova. Sin embargo, ahora que los antiguos acreedores amenazan con una ampliación de capital que diluiría el peso de los primeros hasta la más mínima expresión, han preferido plantear una alternativa a la hoja de ruta oficial de la junta que se celebrará el próximo 20 de septiembre.
 
El portavoz del fondo norteamericano, Kurt Lageschulte, denuncia que “el consejo actual se encuentra agotado después de la crisis sufrida por la compañía y necesita reforzarse, ya que no ha estudiado propuestas alternativas de negocio”, como recoge el comunicado reproducido ya en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Así, defiende que una cúpula organizativa reforzada sería capaz de poder presentar en el plazo de seis meses un nuevo “plan de desarrollo de actividad” y su correspondiente plan de negocio para obtener la máxima rentabilidad.
 
Con estas premisas, el representante del fondo estadounidense defiende que son necesarias “nuevas ideas que puedan aportar valor a la compañía” en lugar de avanzar hacia la “misión suicida” de la que acusan a la actual directiva. Así, se propone la ampliación del actual consejo de administración hasta seis miembros en lugar de siete y el cese como consejero de César Mata, que sí mantendría su puesto como secretario del órgano de gobierno. Los nombres que propone son los de Luis Chicharro, Luis Aurelio Martín y Wilson Hudkins, al los que califica como “profesionales altamente cualificados […]en el reflotamiento de empresas”.

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