La patronal del MAB se lanza a por los pequeños inversores del Ibex 35

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La patronal del MAB se lanza a por los pequeños inversores del Ibex 35

Antonio Romero-Haupold, presidente de Aemab

El presidente de Aemab, Antonio Romero-Haupold, defiende la solvencia de sus compañías y asegura que “los pequeños inversores aquí estarían muy contentos”. Es la voz y el hombre fuerte de las compañías del MAB que recientemente acaba de conseguir un asiento entre sus ‘hermanos mayores’ con la integración de su asociación en el seno de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Antonio Romero-Haupold, presidente de la Asociación de Empresas del Mercado Alternativo Bursátil (Aemab), explica para El BOLETÍN los logros, retos y objetivos de la institución que lidera y que cuenta ya con 23 miembros de pleno derecho.
 
-Por empezar por el principio, ¿cuál es el sentido de Aemab y con qué objetivos se crea?
 
A todo el mundo le gusta contar que empezó cargando cajas y terminó siendo el presidente de su compañía. A mí, me pasó lo contrario. A un grupo de empresarios e inversores del MAB nos pareció que era muy importante defender este mercado y nos lanzamos a ello consiguiendo bastante quórum, ya que forman parte de nuestra asociación casi todos los emisores y también están presentes asesores registrados, proveedores de liquidez e inversores.
 
La intención de establecer Aemab no fue otra que la de los miembros de este mercado alternativo por hacer que se conociese, que fuese una vía alternativa de verdad a la banca, que jugase en igualdad de condiciones frente a sus comparables europeos. En el momento en el que comenzamos a andar, había mucha gente haciendo lo mismo, pero cuando lo de Gowex, todos dieron un paso atrás. Todo el mundo estaba perdido, pero nosotros fuimos los únicos en quedarnos a defender todo esto el día después del escándalo de Gowex. Es por eso que hemos adquirido la posición de dominancia que ahora se nos reconoce.
 
-Ha nombrado usted a la bestia negra, ¿vigilan que no estalle un nuevo ‘caso Gowex’ que vuelva a minar la confianza en que se ha logrado recuperar?
 
A mí Gowex se me llevó por delante. El presidente Jenaro me debe dinero. Sin embargo, no somos una policía ni una asociación como la CEOE donde la gente cobra dinero; aquí estamos para defender el MAB por pura dedicación personal, es por eso que sí estamos preocupados por evitar que pueda haber otro nuevo caso de engaño.
 
Sí es cierto que lo de Gowex ha sido un duro golpe, pero en Reino Unido ha habido cuatro situaciones como esta y sobre la mesa tenemos el caso de Abengoa… Lo cierto es que la normativa del MAB se ha endurecido, pero igual de cierto es que cuantas más leyes, más son las trampas. La cuestión es la cultura corporativa, como ocurre en Reino Unido, donde además quien la hace, la paga. Aquí, Jenaro está paseando por el patio o en la piscina.
 
-Aunque el presidente de Gowex siga en la calle, ¿se ha recuperado la confianza en el MAB?
 
Desde luego que se ha recuperado mucho interés por el mercado. Ha sido espectacular que desde nuestra creación hemos hecho seis foros, y ya en el último hemos incluido las presentaciones de empresa y las reuniones one-to-one para inversores. Esto quiere decir que, sin duda, existe un fuerte interés inversor en el MAB. Nuestra tarea es seguir alimentando este apetito, por lo que seguiremos desarrollando foros allí donde nos lo soliciten además de estudiar diversas líneas para trabajar más en la unión de startups y las compañías del MAB.
 
-Apuntaba ahora hacia la tan predicada ‘nueva economía’ en la cual las cotizadas del MAB tienen un papel indiscutible, pero, ¿a la hora de la verdad hay dinero para financiar este cambio de modelo?
 
En España, la financiación bancaria representa un 90% del total. De este montante, además, el Estado un 50%, por lo que hay poca financiación realmente disponible. Si a eso le sumas que los bancos no financian la disrupción y los proyectos que llevan a ello, se pueden hacer cuentas. Este es el problema por el que no se crean empresas: los bancos tienen cerrado el crédito a la innovación, aunque hagan todos los anuncios del mundo.
 
Además, para llegar al cambio tienes que fracasar primero. Y los bancos no están dispuestos a eso. Si fracasas en un proyecto, prueba a pedir de nuevo un crédito. Aquí, a diferencia de EEUU, el fracaso está penalizado y no se olvida.
 
-Entonces, ¿qué medidas se podrían implementar para que la financiación sea más fluida a través del mercado?
 
Mientras que en la comparativa jurídica estamos más avanzados que en el resto de Europa, en lo fiscal estamos muy lejos de igualarnos a la media. En muchos países, mientras el dinero esté invertido dentro del mercado alternativo, no se tributa aunque se deshagan posiciones en una compañía y se consigan plusvalías. Mientras el dinero se reinvierte, no hay que pagar impuestos. Personalmente, quiero pensar que ha sido un tema de olvido del Gobierno, porque sí se ha hecho para el capital riesgo y no para el MAB.
 
Desde Aemab no pedimos subvenciones, sino ventajas fiscales. El dinero está mejor en el bolsillo de los inversores depositado en el capital de las empresas en lugar de en las arcas del Estado, que luego invierte de manera más imperfecta. Copiar el marco del AIM británico sería brutal para nuestro mercado, lo haría crecer muy rápidamente.
 
De momento, en España solo existen exenciones en algunas comunidades autónomas y bajo circunstancias muy precisas, lo que se traduce en que la competitividad de unas regiones es mayor que la de otras en lugar de existir un marco uniforme. En cuanto tengamos Gobierno, le presentaremos nuestra propuesta de fiscalidad, que ya está escrita.
 
-¿La creación y difusión del índice Aemab-24 ha ayudado a difundir el potencial del MAB?
 
Así es. El índice es una percha, nuestro objetivo desde Aemab es que sea una referencia para transmitir la bondad del MAB. Se ha echado por tierra este mercado por la caída de Gowex y, frente a esto, queremos darle visibilidad con un componente aclaratorio y comparativo para que nadie pueda decir que esto va muy mal. Ni nos planteamos alterar la periodicidad del índice para hacerlo más frecuente que mensual ni tampoco introducir criterios de distinta ponderación entre empresas. Esto es una caja transparente, la ponderación es una caja negra. Aquí, si el mercado funciona o no, las cuentas del índice son claras, además se evita que sean unos pocos valores los que tengan el peso del Aemab-24 y que sean sus movimientos los que determinen el comportamiento del mismo.
 
-Y, ¿cómo va el índice?
 
El Aemab-24 se ha apuntando alzas del 0,5% en el primer semestre del año, frente a un 14,5% de caída para el Ibex 35. Son nada menos que 15 puntos de diferencia. Entendemos que el institucional del Ibex no podría estar en el MAB por cuestiones de liquidez, pero los pequeños inversores de 15.000 o 30.000 euros que estuvieran aquí, estarían muy contentos.
 
De momento, nosotros no estamos en la línea de que se creen productos de inversión que sigan el índice, nuestro objetivo es darle visibilidad con un componente aclaratorio y comparativo. Nuestra línea de actuación, insisto, va en trabajar para que nadie nos pueda decir que el MAB es un mercado en el que no se puede invertir.

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