Una vez culmine la integración de los negocios eólicos de Siemens en Gamesa se procederá a la distribución de un dividendo extraordinario de 1.000 millones en la vizcaína. Gamesa ha vuelto a marcar precio después de cinco horas y media de suspensión con alzas de hasta el 8,4% en los cruces más eufóricos de este viernes. La vizcaína redoblará su puesto como líder en energía eólica gracias a la integración de los negocios en este segmento de la alemana Siemens, que se convertirá en su accionista de referencia con un 59% del capital.
Está previsto que la operación llegue a su culmen en el primer trimestre del próximo año, pero los términos finales del pacto anunciado hace ahora seis meses han sido suficientes para impulsar a Gamesa a nuevos máximos de los últimos ocho años. Este drástico avance se debe no solo a aquellos inversores que apuestan por el movimiento a largo plazo, sino por los oportunistas que ha atraído uno de los puntos del pacto.
Una vez completada la integración en Gamesa de los negocios de operación y mantenimiento de energía eólica de Siemens, la alemana será titular de un 59% de su capital social, mientras que a los actuales accionistas les corresponderá el 41% restante. Esta posición se alcanzará mediante la entrega de acciones de nueva emisión por las que también pagará 3,75 euros a la unidad.
Este importe, cercano a los 1.000 millones de euros en su cómputo global, será luego redistribuido por la vizcaína entre sus viejos accionistas a modo de dividendo extraordinario, lo que supone una rentabilidad del 26% sobre el precio de la sesión previa al primer anuncio oficial de las conversaciones. Un umbral que ante el panorama de volatilidad y de escasos rendimientos que ofrecen buena parte de activos ha funcionado como el mejor reclamo para atraer inversores y asegurar el éxito de la operación a falta del visto bueno de los organismos supervisores implicados.
La cotizada española ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de que ya se ha alcanzado un acuerdo con la francesa Areva para desbloquear su joint-venture en eólica marina, una de las piezas clave de negocio en el pacto con la alemana. Apenas una hora antes de marcar su primer precio de sesión este viernes, explicaba que se ha otorgado opción a la controlada por el Estado galo de vender su 50% o bien adquirirle su mitad a Gamesa o tantear la venta del 100% de Adwen, que así se llama la sociedad conjunta, a un tercero.
El grupo resultante de la fusión contará con una potencia instalada de 69 gigavatios y una cartera de pedidos por 20.000 millones de euros. Los datos proforma de los últimos 12 meses de ambas compañías arrojan ingresos de 9.300 millones de euros y un Ebit ajustado de 839 millones de euros. Asimismo, se prevén sinergias por 230 millones de euros anuales en términos de beneficio bruto para el año 2021.
Si bien Siemens consolidará en sus cuentas la sociedad resultante, el domicilio social, sus oficinas centrales, su centro de operaciones onshore y su mercado de cotización seguirán siendo España. Mientras tanto, el negocio offshore tendrá sus centros operativos en la ciudad alemana de Hamburgo y en la danesa de Vejle.
Por lo que se refiere a Iberdrola, accionista de referencia del grupo renovable, ha informado al supervisor de la formulación de un pacto parasocial con Siemens que tiene por objeto garantizar la representación de los inversores minoritarios, entre los que pasa a encontrarse la eléctrica, pues su actual paquete del 19,69% se diluirá hasta un 8,1%, lo que le seguirá valiendo figurar como único accionistas de relevancia más allá del grupo tecnológico alemán.
