Desde el Banco de España ven al Ibex 35 cayendo un 20% más de aquí a final de año. Una advertencia que se ha sumado al pesimismo llegado una vez más desde China. Las ventas se imponen en las Bolsas europeas ante el mal dato de la balanza comercial de China, que vuelve a dar síntomas de enfriamiento en la segunda mayor economía mundial. El castigo se recrudece en el Ibex 35 ante las alarmantes previsiones que el Banco de España ha lanzado para el índice, que se aleja del asalto a los 9.000 puntos.
El Banco de España ha publicado este miércoles sus proyecciones para la economía española, en las que incluye su pronóstico para el índice rey del parqué madrileño. El organismo que preside Luis María Linde ve al Ibex 35 terminando el año en los 7.635 puntos básicos, lo que implica que debería dejarse un 20% adicional al 7,5% que ya ha perdido desde que empezó el año. Un mal presagio que sumado a la debilidad de la balanza comercial china del mes de mayo ha impuesto las ventas.
Con este panorama, el Ibex 35 alcanza la media sesión negociadora con caídas del 0,7% que dejan su gráfica en los 8.829 puntos. Los valores financieros son los que más pesan en la cesta del selectivo: CaixaBank (-2,6%), Popular (-2,1%) y BBVA (-2%) copan las posiciones colistas. Al otro extremo de la tabla de revalorizaciones, Técnicas Reunidas (+1,2%) y Repsol (+0,7%) amortiguan la tendencia bajista generalizada gracias al repunte de precios del petróleo.
El retroceso más abultado por detrás del que sufre el índice madrileño se lo lleva el paneuropeo EuroStoxx 50, que cede un 0,6% y aguanta por dos enteros la cota de los 3.020 puntos. El mismo porcentaje cede también el DAX de Fráncfort, mientras que el Ftse 100 londinense logra aguantar con la pérdida de un ligero 0,1% gracias a unos datos de producción industrial y manufacturera del mes de abril que han superado las previsiones del mercado. El CAC 40 parisino y el Ftse MIB milanés se dejan un 0,4% al ecuador de la sesión negociadora.
Por el mercado secundario de deuda, la prima de riesgo se suaviza a pesar del éxito cosechado por Alemania en una nueva colocación de deuda soberana. Esta emisión se traduce en que los inversores exigen tipos del 0,6% a los ‘bunds’ germanos a diez años mientras que los bonos españoles a mismo vencimiento les requieren una rentabilidad del 1,42%. Así el diferencial entre ambos papeles se estrecha este miércoles hasta los 136 puntos.
