A pesar del enérgico rebote de la constructora en una semana marcada por el rojo, su gráfica se mantiene por debajo del precio de suscripción de nuevas acciones. La luz verde ha llegado para la ampliación de capital de FCC. Un movimiento que, para muchos, no es más que la antesala de la OPA mediante la cual Carlos Slim se hará con el control efectivo de la constructora española. Esta operación es la que, a falta de los términos de la emisión de las nuevas acciones, se ha empezado a descontar con alzas a contracorriente del 5,4%.
FCC se ha convertido gracias a la decisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en uno de los pocos valores del Ibex 35 que ha logrado esquivar el brusco retroceso dominante. Las acciones del grupo que hoy por hoy preside Esther Alcocer Koplowitz han llegado a marcar los 6,788 euros, una cota sin embargo insuficiente para recuperar el viejo soporte de los 7,00 euros por título.
Por ahora, la CNMV ha dado su visto bueno al proceso de emisión de nuevas acciones del grupo por un importe efectivo de 709,51 millones de euros. El importe a desembolsar por los inversores que pretendan acudir a la operación, bien se para estrenar posiciones en la firma, bien sea para evitar la dilución de sus carteras, se ha fijado en los 6,00 euros. Así, participar de la operación ofrece un cierto descuento frente a precios del mercado, pues la prima de emisión no rebasa el importe de cotización de la compañía.
Sin embargo, lo que los inversores descuentan no es el precio de esta ampliación, sino el que podría barajarse para previsible movimiento sucesivo. Dado que el supervisor ha aprobado que el magnate mexicano actúe como garante de la operación, todo parece indicar que rebasará el 30% de participación en el capital social de FCC y de este modo se vería obligado legalmente a lanzar una OPA por todas y cada una de sus acciones.
A la espera de que Slim pudiera concretar sus planes en primera persona, lo que ya está sobre la mesa es el calendario de la operación. El próximo viernes 12 de febrero comenzarán a cotizarse los derechos de suscripción preferente, que así lo harán hasta el próximo viernes 26 del mismo mes. Tanto Esther Koplowitz, madre de la presidenta, como el magnate mexicano se han comprometido a asumir el montante correspondiente a su 22,4% y 27,4% en el grupo constructor.
En un primer momento, el mercado especuló con la posibilidad de Slim pudiera eludir la obligación de lanzar una OPA por la compañía alegando una situación transitoria fruto de su papel como garante, al asumir la suscripción de las acciones que queden sin dueño. Sin embargo, la reciente reformulación del pacto de accionistas que el latinoamericano y la empresaria madrileña mantienen desde el desembarco de este primero indica que su puja podría estar a la vuelta de la esquina.
Uno de los puntos clave que se modificaron en el memorando que ambos accionistas suscribieron fue el de no modificar su participación en la compañía. De asumir los dos una cantidad equivalente a su actual posición no habría hecho falta modificar esta cláusula, por lo que se espera que Slim aguante e incluso incremente su engordada cartera más allá de una circunstancia transitoria. Mientras retrasa su toma de control en la inmobiliaria Realia, el asalto a su matriz se antoja ahora más próximo a los ojos de un mercado que ya empieza a poner en precio su esperada pero todavía no confirmada lluvia de millones.
