La prima de riesgo se enfrenta a la incertidumbre política sin la ayuda de Draghi

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La prima de riesgo se enfrenta a la incertidumbre política sin la ayuda de Draghi

Mario Draghi, presidente del BCE

El escenario de difícil gobernabilidad que arroja el escrutinio de papeletas promete un amplio negocio para los inversores que apuesten contra los papeles del Tesoro Público. La pausa navideña a las medidas de estímulo del Banco Central Europeo (BCE) no podía haber sido más oportuna para los especuladores. Mario Draghi y su equipo se van de vacaciones en plena escalada de la prima de riesgo española ante la incertidumbre política desatada a la luz de los resultados de los comicios del pasado domingo.

El bazuca comprador de Draghi se apaga este martes y no volverá a estar operativo hasta el próximo 4 de enero. En la primera jornada postelectoral, la prima de riesgo de los bonos españoles a diez años se ha disparado en 15 puntos básicos, alcanzando la cota de los 130 enteros. Los papeles del Tesoro a una década no alcanzaban esta cota desde principios del pasado noviembre. Un escenario inicial que sería solo una muestra de lo que podría estar por llegar en los próximos días.

Desde la institución monetaria se había justificado la decisión de dejar en suspenso el programa de recompra de deuda soberana por unos días a razón de la menor liquidez que la Navidad suele marcar en los mercados, especialmente en el de renta fija. No obstante, la huida inversora provocada por el panorama de ingobernabilidad que a priori ofrece el escrutinio de las urnas del pasado 20 de diciembre promete una negociación incluso más activa de lo habitual en lo que a bonos españoles se refiere.

La especulación no ha tardado en aparecer, más cuando el BCE ya había adelantado que antes de que se produjera la fecha final de actividad antes del parón navideño. Ante un menor desempeño del organismo monetario, las presiones bajistas se han desatado sobre los bonos españoles, cuyo precio se mueve inversamente proporcional a los tipos de rentabilidad que ofrecen. Estos intereses son los que mide precisamente la prima de riesgo, estableciéndola en comparación con los de los ‘bunds’ alemanes de referencia en el Viejo Continente.

A tenor de este incierto panorama político, han sido varios los brókeres que se han apresurado a actualizar su estrategia con respecto a los activos de inversión españoles, especialmente a la renta fija soberana, de cuya evolución depende además en gran medida la evolución de la banca y los valores financieros en Bolsa. Uno de los que ha lanzado una alerta a clientes ha sido el estadounidense JP Morgan.

Desde la entidad neoyorquina, según se hace eco ZeroHedge, se aconseja ahora ponerse corto en papeles del Tesoro a cinco años. Este plazo de vencimiento es el más próximo a los cuatro años que podría durar la nueva y tensa legislatura en la que ningún partido cuenta con peso suficiente como para poder asumir un Gobierno sin dificultades. En contra de os aconsejado hasta hace poco, JP Morgan alienta a apostar por el incremento de tipos de los bonos esapñoles frente a la caída de los emitidos por Italia.

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