La escalada terrorista arrebata un 20% de su valor en Bolsa a la gran industria cultural

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La escalada terrorista arrebata un 20% de su valor en Bolsa a la gran industria cultural

Ticker de cotizaciones de la Bolsa de Madrid

Live Nation, SFX Entertainment e Interamericana de Entretenimiento han sufrido la huida de unos inversores que descuentan menos público y más costes en seguridad para los macroeventos que organizan estos tres colosos. La amenaza terrorista que en las últimas dos semanas ha golpeado a varias naciones impacta de lleno sobre la industria cultural. El temor a una menor asistencia de público a grandes eventos y el previsible incremento de costes por seguridad ha provocado a las tres gigantes mundiales del sector la pérdida de un 20% de su valor en Bolsa.

Desde el pasado 13 de noviembre, fecha en que tuvieron lugar los atentados terroristas de París, la terna de gigantes que conforman SFX, Live Nation e Interamericana de Entretenimiento ha sufrido la pérdida de unos 26.616 millones de euros de capitalización bursátil, desde el pasado. Entre las tres se reparten la gran mayoría de grandes eventos culturales del mundo y, más especialmente, de Europa y América.

El hecho de que el foco de los ataques terroristas se haya desplazado hacia África y Oriente Medio ha permitido a estos tres colosos apuntarse alguna sesión de remontada en los parqués en los que cotizan. Sin embargo, en todos los casos, están aún lejos de alcanzar los precios que sus respectivas acciones alcanzaban antes del asalto a la sala Bataclan, el Estadio de Francia y la suspensión de varios eventos deportivos y culturales en distintos puntos del Viejo Continente.

Live Nation Entertainment, la propietaria de Ticketmaster entre otras muchas marcas internacionales, es la que mejor ha logrado capear el temporal de entre las tres. Aun así, ha perdido 124,8 millones de euros de capitalización bursátil en Wall Street. La mayor promotora mundial de conciertos y música en directo sufre la retirada de inversores que temen que si la escalada bélica va a más los grandes eventos culturales pierdan rentabilidad, afectando a su cuenta de resultados.

En Latinoamérica, la reina del espectáculo en vivo es Corporación Interamericana de Entretenimiento, cuya gráfica de cotización ha sufrido una de las caídas más pronunciadas de lo que va de un año en el que el primer trimestre supuso una fuerte remontada de precios. Al cambio desde el peso mexicano, la compañía se ha dejado en estas dos semanas cerca de 13 millones de euros, una cifra que podría parecer más raquítica pero que gana fuerza si se contrapone con una capitalización total que es una décima parte de su rival norteamericana con sede en Beverly Hills.

La más castigada es SFX Entertainment. Con sede en Nueva York y cotizada en el índice Nasdaq de Wall Street, ha sufrido un descalabro del 48,8% en estas dos semanas. Un porcentaje que se traduce en la pérdida de unos sonoros 26.478 millones de euros al cambio desde el dólar estadounidense en que se cotizan sus acciones. Es la gran protagonista de la caída de las tres grandes de la industria cultural global.

En el caso de esta última compañía se dan circunstancias que han acrecentado el castigo de los inversores. En primer lugar, se trata de la reina de los grandes eventos de música electrónica como el festival Tomorrowland, los eventos que mayores complicaciones organizativas suelen tener en materia de seguridad por no tratarse tanto de simples conciertos o performances culturales al uso. Los festivales Electric Zoo, Stereosonic, Voodoo Experience y Rock in Rio -donde tiene una participación del 50%- también llevan su sello.

El segundo punto que explica el vertical descenso de cotización de SFX es la compleja situación financiera que atraviesa. Su elevado endeudamiento unido a estrecheces de liquidez ha provocado que las grandes casas de inversión hayan dado la voz de alarma sobre la compañía, provocando un dilatado y abultado éxodo inversor. Los sucesos de París, seguidos por los de Bélgica, Malí, Egipto y otros lugares del mundo no han hecho sino acrecentar el paso por caja de unos inversores que han provocado la caída de las acciones de este coloso mundial desde los 0,58 a los 0,19 dólares en los cruces más pesimistas de dos semanas de tobogán bajista.

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