Las promesas de nuevos estímulos dirigen al euro hacia nuevos mínimos

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Las promesas de nuevos estímulos dirigen al euro hacia nuevos mínimos

Moneda de euro

El mercado espera que el BCE anuncie nuevas medidas de estímulo en su reunión de diciembre, al tiempo que la Reserva Federal podría comenzar a subir tipos. El mes de diciembre se presenta clave para el devenir del cruce euro-dólar. Mientras el Banco Central Europeo (BCE) amenaza con aprobar nuevas medidas de estímulo la Reserva Federal estadounidense podría comenzar por fin a elevar los tipos de interés, cercanos al 0% desde la época de Ben Bernanke.

El pasado 22 de noviembre el presidente del BCE, Mario Draghi, abrió la puerta a aprobar nuevas medidas de estímulo en la zona del euro. “El programa de compra de activos proporciona flexibilidad suficiente en términos de ajustar su tamaño, composición y duración”, señaló, para añadir a continuación que “estamos abiertos a todo un menú de medidas que ya hemos encargado a los comités pertinentes”.

Estos mensajes del banquero italiano tuvieron un efecto inmediato en los mercados: el euro, que había iniciado la jornada en un cruce de 1,13 dólares, retrocedió con fuerza hasta situarse en el entorno de los 1,10 dólares. En el punto de mira los mínimos que alcanzó en marzo de este año en 1,0496 billetes verdes por cada moneda comunitaria.

Desde marzo de este año, el BCE compra mensualmente bonos (tanto públicos como privados) por valor de 60.000 millones de euros, una operativa que en principio estaba prevista hasta septiembre de 2016 (1,1 billones de euros), aunque los rumores del mercado apuntaban ya antes de la reunión de noviembre a una ampliación o extensión de este programa.

Otra de las medidas que los hombres de Draghi podrían implementar en la reunión de diciembre es un nuevo recorte en la facilidad de depósito, cuyo tipo se encuentra actualmente en un -0,20%. En otras palabras, el BCE, que cobra a los bancos por hacer uso de su ‘hucha’ desde junio de 2014, podría elevarles aún más este coste con el objetivo de incentivar el flujo de crédito hacia la economía real. Los analistas creen que el nuevo tipo podría situarse en el -0,30% o incluso en el -0,50%.

Mientras el BCE prepara una nueva batería de estímulos, la Reserva Federal ya ha iniciado el camino inverso, si bien se está mostrando más perezosa de lo que se preveía en un primer momento ante las nuevas amenazas que acechan a la economía estadounidense, con China a la cabeza. La quantitative easing (QE) de Ben Bernanke ya es historia, pero Janet Yellen no se ha atrevido todavía a iniciar las subidas de tipos, situados en un rango de entre el 0 y el 0,25% desde los inicios de la crisis. La fecha fijada para esta medida, en principio, la reunión de diciembre.

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