El Ibex 35 ha cerrado sesión con una caída cercana al 1% que le ha permitido salvar los 10.200 puntos, sin embargo el retroceso mensual acumulado asciende a un 8%. Las Bolsas europeas han puesto fin a un agosto que, pese a su buen tono inicial, ha terminado por coronarse como su peor mes en los últimos cuatro años. El paneuropeo Stoxx Europe 600 ha acumulado un retroceso del 8,5% en el que supone su peor desempeño desde la crisis de deuda que sacudió el Viejo Continente en verano de 2011.
A pesar de la magnitud del descalabro, la remontada con la se inició el octavo mes del año ha permitido que el selectivo continental haya mejorado en un 200 puntos básicos el desplome que acumuló en el mismo periodo de hace cuatro años. El Stoxx Europe 600 ha cerrado en 362,79 puntos.
La incertidumbre en torno al futuro político de Grecia, la inestabilidad de la economía china y los titubeos del precio del petróleo han sido los grandes lastres de los parqués europeos. Este lunes de cierre mensual, la peor parte se la han llevado las compañías del sector energético, especialmente las petroleras o aquellas cuya actividad está más íntimamente relacionada con el devenir del mercado del crudo.
El Ibex 35 se ha dejado un 8,1% en el conjunto del mes, este lunes ha perdido un 0,9% aunque ha sido capaz de aguantar los 10.000 puntos básicos. Los principales índices del Viejo Continente han perdido cerca de un 9% en todos los casos. Tanto en el caso del selectivo madrileño, como del DAX alemán, el CAC 40 francés y el Ftse 100 británico han cerrado alguno de sus peores desempeños desde la crisis de renta fija soberana de hace ahora cuatro años.
