Reapertura en rojos para la Bolsa helena después del parón de cinco semanas, y con especial golpe para la banca. Jornada en rojos para la Bolsa de Atenas en el que es su primer día de apertura desde que el ejecutivo de Tsipras impuso el cierre de los mercados, de manera simultánea al control de capitales. Ya se esperaba un día difícil para la inversión en Grecia después de un parón de cinco semanas, pero el descalabro confirma los peores pronósticos.
A primera hora de la sesión, el Athens Stock Exchange se deja más de un 20%. Desciende hasta los 630 puntos, a pesar de haber cerrado su última sesión cerca de los 800 enteros. Los principales bancos cotizados se llevan un especial castigo, y la inversión en el sector retrocede hasta un 30%.
Y es que, aunque la vuelta a la actividad por parte de los mercados representa el último paso para alcanzar la vuelta a la normalidad de operaciones en Atenas, lo cierto es que las nuevas condiciones del acuerdo y la evidencia de la inestabilidad económica griega provoca que la inversión huya de los mercados helenos.
Se confirman, con todo, las sospechas de que las caídas podrían ascender hasta un 20% a las que apuntaban diversos expertos tras el anuncio de la reapertura. Una situación que se ha visto precipitada dadas las circunstancias de la jornada: las nuevas caídas en Asia tampoco animan a la inversión. China ha vuelto a caer con fuerza en la primera sesión de agosto, y las bajas en las bolsas de Hong Kong y Japón, aunque más modestas, aportan aún más inestabilidad.
A la espera de la recapitalización de los bancos a través del tercer rescate, y tras las tensiones vividas con el control de capitales, se espera que el sector bancario continúe siendo el más afectado por el nuevo varapalo bursátil. De momento, lideran las caídas el Banco Nacional de Grecia y Piraeus, con desplomes superiores al 30%.
