El príncipe jordano ha tirado la toalla tras la primera ronda de votaciones, lo que ha provocado la reelección automática del suizo por otros cuatro años. Joseph Blatter ha podido con los escándalos de corrupción que en las últimas jornadas han empañado la Federación Internacional de Fútbol (FIFA). El suizo ha conseguido su quinto mandato consecutivo como líder del fútbol mundial gracias a que su único rival, el príncipe jordano Alí bin-Huseín, ha renunciado a una segunda vuelta de votaciones.
La retirada del tercer hijo de Huseín I de Jordania se ha producido al conocerse el escrutinio de la primera ronda de votaciones celebrada en la tarde de este viernes en Zúrich. Mientras que su candidatura sólo había logrado el respaldo de 73 federaciones, Blatter contó con 133 votos a su favor, a sólo un paso de haber alcanzado los 140 que hubieran supuesto su aclamación directa.
Aun sin haber conseguido el requisito de los dos tercios del escrutinio, la retirada del príncipe Alí ha provocado el nombramiento anticipado del suizo en el 65 Congreso de la FIFA. Blatter se había comprometido en su discurso final de defensa de candidatura a “luchar por la transparencia y por evitar la corrupción”. “Quiero un fútbol limpio”, ha llegado exclamar en su arenga.
No obstante, parece que ni los discursos de uno ni de otro han tenido efecto. Bin-Huseín no se quedó atrás al pedir que los representantes de las federaciones escuchasen “sólo a su conciencia y su corazón” para “iniciar el cambio para recuperar la confianza”. Y es que, las votaciones han ido prácticamente al milímetro con las previsiones.
Al príncipe jordano le habrían votado en su mayoría las federaciones europeas, EEUU y varias del entorno de su país. Hacia un Blatter que con 79 años aspira a un mandato de otros cuatro habrían ido los votos de África -que acumula el mayor número de votos-, Rusia y una buena parte de la Asia más oriental.
