Desde que se anunció la operación, las acciones han tocado un mínimo de 0,16 euros y un máximo de 0,35 euros.
Amper sigue inmerso en la particular montaña rusa en la que se ha convertido su ampliación de capital y registra a media mañana avances de un 16,86% hasta los 0,298 euros por acción. En los últimos dos días, el valor cayó casi un 7% el martes, para dispararse ayer luego un 16%, mientras que desde que se anunció la operación, las acciones han tocado un mínimo de 0,16 euros y un máximo de 0,35 euros.
Por el momento, los títulos mantienen el impulso tras el respaldo que su presidente Jaime Espinosa de los Monteros, y otro alto directivo de la tecnológica han brindado a la ampliación de capital en curso.
Aunque los compromisos “irrevocables de suscripción de acciones” no se harán efectivos hasta la fase final de la ampliación, el apoyo del presidente y un consejero independiente ha sido suficiente para volver a calentar la volátil gráfica de la compañía en la recta final de la primera fase de la operación. El primero ha prometido invertir de forma indirecta un total de 500.000 euros. El segundo, Rafael Cabezas, ha igualado la puja. En función del precio fijado para cada título, en el periodo de asignación discrecional podrían hacerse con hasta 20 millones de acciones.
En términos relativos, la oferta es escasa, ya que el objetivo de Amper es poder conseguir 20 millones de euros con el objetivo de esquivar el concurso de acreedores al que podría condenarle el reciente cambio de opinión de Cisco, uno de sus principales proveedores y acreedores. Una situación que, además, forzó la apertura de un periodo de revocación de órdenes de compra de acciones los pasados días 25 y 26 de mayo; proceso del que por otra parte no se han ofrecido aún cifras.
En ese sentido, Bluegrace United ya ha avisado a la CNMV que no realizará su inversión en Amper hasta que no se culmine la negociación con Cisco.
