La energética transalpina ha sacado adelante su plan para incrementar en un 5% el dividendo de Endesa en los dos próximos años, aunque cueste todo lo ganado. Los dueños italianos de Endesa se ratifican en la apuesta por exprimir al máximo su caja fuerte. La junta de accionistas celebrada este lunes ha aprobado, guiada por la propia Enel, un nuevo dividendo en efectivo y la promesa de elevar su importe en próximas ediciones, llegando a repartir todo el beneficio de la filial española si fuera preciso.
El importe del dividendo aprobado por la junta general de accionistas alcanza los 0,76 euros brutos por acción. Una suma que, en función del actual capital social de la compañía, supondrá para Endesa un desembolso de caja fuerte de 805 millones de euros, lo que supone el reparto entre los inversores de la cotizada de nada menos que un 85% de las ganancias acumuladas en 2014, uno de los porcentajes o pay-out más elevados de la Bolsa española.
Del montante comprometido, el mayor beneficiario seguirán siendo los dueños mayoritarios de Endesa. La energética italiana Enel es aún titular de un 70% de las acciones de la cotizada en Madrid, con lo que aún después de haber colocado un 22% del capital entre terceros, un total de 565 millones de euros irán a parar a las arcas de la matriz del grupo en Roma. Y desde la transalpina se las prometen aún más felices.
Tras la reducción de peso, y por tanto de rendimientos, que ha supuesto la referida colocación de acciones de Endesa anteriormente en manos de Enel, los italianos parecen haber encontrado antídoto a esta circunstancia. Al dividendo prometido para el próximo 1 de julio le seguirá otro con cargo a las cuentas del presente ejercicio 2015 que ya se ha prometido engordar en al menos un 5%, mismo porcentaje que prevé incrementarlo también para 2016.
Con este objetivo, la compañía se ha comprometido a repartir el 100% de su beneficio entre sus accionistas si fuera necesario. Algo que podría ocurrir de descender la facturación del grupo o de enfrentarse a cargos extraordinarios contra su balance. Aunque desde la cúpula directiva de Enel se explica que esta política de retribución es “coherente” con el mantenimiento de “su tradicional solidez financiera”, llegar al punto planteado supondría el fin de reservas de caja fuerte y el corte a las inversiones en la compañía.
Una vez completada la reestructuración de negocio de Endesa, que la ha desposeído de toda presencia en Latinoamérica y arrinconado su actividad a la Península Ibérica, se ha aprobado la designación de nuevos consejeros independientes. Dos han sido los elegidos: el presidente de Mutua Madrileña, Ignacio Garralda, y del de Correos de Portugal (CTT), Francisco Lacerda.
Todos estos movimientos, previstos en el orden del día del encuentro, se han notificado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el correspondiente hecho relevante. Todo ello en una jornada en la que Endesa ha cerrado sesión en Bolsa con una caída del 0,8% frente a la subida de más de un punto porcentual que se ha apuntado el índice Ibex 35.
