La tecnológica se ha apuntado un explosivo rebote en Bolsa de casi el 20% ante los cambios anunciados en su mapa accionarial y en su cúpula directiva.
Indra ha cerrado una sesión de vértigo con alzas del 19% que han llevado su gráfica hasta los 9,10 euros por acción. Máximos de los últimos tres meses tras la irrupción de Telefónica como accionista de referencia del grupo tecnológico y el relevo de Javier Monzón como presidente por Fernando Abril-Martorell.
Telefónica habría formalizado su entrada en Indra con una participación del 3,16% al que en breve se podría sumar un 3,01% adicional que suscribiría a través de opciones ya en su poder. Un respaldo el del gigante español de las telecomunicaciones que ha sido acogido con entusiasmo por los inversores ante el nuevo mapa accionarial que se abre en la cotizada madrileña.
Además, en el mercado se especula con la posibilidad de que la presidida por César Alierta amplíe esta participación de forma significativa con el objetivo de alcanzar una posición accionarial estable y estratégica, según han comentado varios gestores de cartera. Por el momento, el nuevo socio inversor es el cuarto más pesado en el seno de la compañía, por detrás de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) por herencia de Bankia (20,1%), Corporación Financiera Alba (11,3%) y el fondo FMR (9,9%).
De forma casi instantánea tras la entrada de Telefónica se ha producido un consejo de administración en la que se ha producido el relevo en la presidencia del grupo. Después de más de dos décadas, Javier Monzón ha presentado su dimisión al cargo “a solicitud del consejos de administración” de la propia Indra. El mismo órgano que ha colocado en el puesto vacante a Fernando Abril-Martorell, tal y como se ha anunciado en un comunicado emitido al cierre de la sesión bursátil.
El ex consejero delegado de compañías como Prisa y la propia Telefónica ha accedido a la cúpula directiva de Indra, según el comunicado, para llenar el hueco que el pasado mes de julio dejó Rafael del Pino al vender la participación que detentaba hasta entonces a través de Casa Grande de Cartagena. La aceptación de su nombramiento y el relevo de Monzón ha sido aprobado “por unanimidad” pese a que estos puntos se han incluido como “extraordinarios” en el orden del día de la reunión “a solicitud de varios consejeros dominicales”, según recoge el hecho relevante remitido al supervisor bursátil.
Monzón, que también ejercía como presidente de la comisión de estrategia de Indra, ha quedado ahora relegado al puesto de presidente de honor de la cotizada. A pesar de que ha existido acuerdo en su relevo, todos los miembros del consejo de administración han “valorado por unanimidad muy positivamente la gestión y su contribución a los logros de Indra durante su presidencia, que ha ocupado desde su fundación”, se recoge también.
Los analistas de Banco Sabadell señalan en un informe que, en el caso de confirmarse, la entrada de Telefónica en el capital de Indra se trata de una noticia positiva para esta última que pone de manifiesto “su atractivo a unos niveles muy deprimidos”. Además, estos expertos señalan que al confirmarse la sustitución del presidente de Indra desaparecen las incertidumbres que en los últimos meses afectaban al valor sobre la continuidad de Monzón.
Para Telefónica, el impacto es poco relevante ya que el 3% de Indra financieramente apenas tiene relevancia. El encaje estratégico también sería limitado, aunque complementaria ciertos aspectos de las nuevas aplicaciones TIC de la compañía.
Desde Ahorro Corporación Financiera, sus expertos señalan en otro informe que Telefónica podría estar buscando una posición estratégica en el capital de Indra, con el objetivo de desarrollar el negocio de ciberseguridad. La noticia debería tener un impacto neutro en la ‘teleco’ y podría afectar positivamente a la acción de Indra a corto plazo, señalan estos expertos.
