La CNMV fulmina a Fergo Aisa de las Bolsas españolas

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La CNMV fulmina a Fergo Aisa de las Bolsas españolas

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La inmobiliaria catalana despedirá este miércoles sus días como cotizada. La falta de información financiera ha anticipado un destino irremediable por su liquidación. Los días de Fergo Aisa en Bolsa están más que contados. La sesión de este miércoles será la última para la inmobiliaria antes de que tenga efecto la exclusión que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha decretado ante la falta de suministro de información financiera en la que ha incurrido la todavía cotizada.

La retirada forzosa de Fergo Aisa se ha comunicado mediante un escueto hecho relevante publicado por el organismo supervisor con el mercado bursátil ya cerrado a negociación este martes. En él se explica que la inmobiliaria, en fase de liquidación tras haber sido incapaz de superar el concurso de acreedores, queda excluida de las Bolsas de Madrid y Barcelona “como consecuencia del incumplimiento de sus obligaciones de remisión y publicación de información”.

El pasado mes de octubre, la CNMV ya puso sobre aviso a la compañía catalana de cuál sería su final si no aportaba información concreta sobre el devenir de su concurso de acreedores y de sus cifras operativas. Unas advertencias que la firma había venido pasando por alto desde entonces y han terminado desembocando en la resolución tomada este martes.

La compañía se encontraba suspendida de negociación desde que anunció que solicitaría concurso de acreedores el pasado mes de abril. Una situación en la que, tras postergar su preconcurso al máximo permitido por ley, entró definitivamente el pasado mes de julio. No obstante, no fue hasta el pasado diciembre cuando el juez que instruye su proceso de quiebra decretó su liquidación.

Aunque las acciones de Fergo Aisa permanecían congeladas, aún podían cambiar de manos en operaciones cerradas entre particulares sin el respaldo y garantías de la Bolsa, así como mediante operaciones en bloque y especiales reservadas para inversores institucionales. Ahora, los accionistas de la inmobiliaria quedan relegados a esperar su parte en el reparto de fondos mediante el cual se orquestará la disolución definitiva de la ladrillera catalana.

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