La demanda por los bonos de la petrolera ha casi triplicado el importe finalmente adjudicado. Casi un 80% del pasivo de la compañía procede del mercado de capitales. La caída de tipos en renta fija ha animado a Repsol a llamar a la puerta del mercado mayorista de financiación. Y su petición ha sido escuchada. Tanto que ha logrado encontrar dueño para 500 millones de euros en bonos a 12 años a una rentabilidad inferior a la que paga el Tesoro por vencimientos similares.
El fuerte apetito inversor registrado ha rebajado los tipos inicialmente proyectados hasta un 2,27%, según ha informado la petrolera. Las solicitudes de suscripción han superado los 1.400 millones de euros, prácticamente triplicando el volumen finalmente adjudicado. Una avalancha de órdenes que ha permitido a Repsol quedarse con aquellas que exigían un menor pago de intereses.
Los bonos finalmente colocados marcan una rentabilidad 113 puntos básicos superior al midswap o tipo de referencia para estas condiciones. Una cifra que mejora con creces los 120 puntos barajados originalmente por la compañía que preside Antonio Brufau. Para conseguir esta marca, se ha contado con los servicios de BBVA, CaixaBank, Citi, UBS y Natixis como bancos colocadores.
Con esta operación, Repsol toma el relevo de Amadeus, que ayer mismo conseguía también financiación en el mercado mayorista. En este caso por 400 millones de euros. El objetivo de la petrolera es diversificar sus fuentes de financiación aprovechando el entorno de bajos tipos que se ha dibujado tras las últimas iniciativas del Banco Central Europeo (BCE) y otros bancos centrales.
A pesar de que gracias a esta colocación un 78,3% del pasivo financiero de Repsol procede ya del mercado de bonos frente a la habitual preponderancia del crédito bancario, la compañía no ha sido premiada en el parqué. Sus acciones han cerrado sesión con caídas próximas al medio punto porcentual, superando ligeramente el castigo que sufría el agregado Ibex 35.
