ACS pierde 56 millones con su marcha atrás en la venta de Clece

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ACS pierde 56 millones con su marcha atrás en la venta de Clece

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La frustrada venta de Clece con la que ACS pretendía aligerar su endeudamiento ha terminado por pasar factura a la constructora que preside Florentino Pérez. Que ahora sí, que ahora no. La marcha atrás de ACS en su intención de vender su filial de servicios urbanos Clece le ha costado a la constructora de Florentino Pérez 55,5 millones de euros. Eso sin contar los costes derivados de un proyecto que a más de tres años de su lanzamiento se queda definitivamente en papel mojado.

ACS ha recuperado el control absoluto de su filial aunque a un caro precio. Después de haber obtenido el permiso de Bruselas para volver a hacerse con el peso de que gozaba hasta el año 2012, cuando tuvo que conformarse con la venta de solo un 23,5% de Clece, el precio asumido ha resultado muy superior a lo que por aquel entonces consiguió embolsarse. En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la constructora explica que el importe al que ha llevado a cabo la operación supone un valor total de 542 millones de euros para su filial. Cuando vendió, la cifra apenas alcanzó los 505 millones.

Entonces, tras la espantada de Permira, que había prometido hacerse con el resto de las acciones de la filial que no asumiera Mercapital, ACS consiguió ingresos de unos 80 millones de euros. Ahora, por la recompra de “aproximadamente el 25% de Clece” ha tenido que asumir el pago de unos 135,5 millones de euros. En otras palabras, la factura por la fallida venta de una de las filiales que había puesto en venta con el objetivo de aligerar su endeudado balance ha resultado por suponer números rojos adicionales por un 0,57% de lo que hoy por hoy vale la constructora en Bolsa.

Una vez consumada esta operación de marcha atrás, ACS pasa a consolidar una vez más íntegramente el balance de su filial, como ha reconocido ante el supervisor del mercado. Mientras tanto, el mercado desoía la factura de la compra y concedía alzas de más del 0,6%, una cota que duplicaba la que a media sesión se apuntaba el selectivo Ibex 35 en su tímida remontada.

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