Luis Bárcenas no era el destinatario de la frase “que cada palo aguante su vela” esgrimida por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en Almería. Estas palabras, según se rumorea en los pasillos del Congreso, iban dirigidas para los responsables del partido, y de sus cuentas, anteriores a 2008, cuando Rajoy nombró al actual extesorero en este cargo.
En la cúpula directiva del PP se cree que Bárcenas se librará de una pena judicial ante la polémica por los presuntos sobres con sobresueldos en ‘negro’ a altos cargos del partido. O eso, por lo menos, es lo que se comenta en los corrillos de estos dirigentes en la Cámara baja.
Cospedal y los máximos responsables del PP consideran que esta supuesta práctica se acabó con el Congreso que el partido celebró en 2008 en Valencia en el que Rajoy aplastó toda posible alternativa a su liderazgo tras la derrota en las generales que supuso un nuevo mandato para Zapatero. En este cónclave, el actual presidente del Gobierno nombró a Bárcenas como tesorero nacional del partido en sustitución de Álvaro Lapuerta.
Desde ese preciso momento, según estos rumores, esta presunta práctica llegó a su fin. Por ello, los mensajes de Cospedal en los últimos días sobre esta polémica irían dirigidos hacia los responsables del partido de la ‘era pre-Rajoy’.
Además de la ‘confianza’ que desde la dirección nacional del PP se tendría en la absolución al extesorero sobre estos sobres, también se cree que Bárcenas saldrá ‘limpio’ de la supuesta regularización de 10 millones a la que se acogió gracias a la amnistía fiscal del Gobierno.
A pesar de las afirmaciones del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de que con esta amnistía “no borra ni limpia delitos”, en los corrillos de los diputados del PP, se ha destacado que aunque se demuestre que este dinero procede del pago de comisiones, aún quedaría demostrar la existencia de estas comisiones y toda una trama en torno a ellas. Tarea, en muchos casos, bastante complicada.
