Obama lanza un órdago a los Republicanos al aprobar el ‘secuestro fiscal’

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Obama lanza un órdago a los Republicanos al aprobar el ‘secuestro fiscal’

La catástrofe se ha consumado ante la falta de acuerdo entre demócratas y republicanos para encontrar una salida a los recortes indiscriminados que incluye el llamado ‘secuestro fiscal’.

El presidente de EEUU, Barack Obama, ha firmado el decreto que certifica la falta de acuerdo sobre los presupuestos y pone en marcha un ajuste automático de 85.000 millones de dólares (63.910 millones de euros) que puede provocar un frenazo en la economía estadounidense que destruya cerca de 750.000 empleos. Y por extensión, agravar la crisis económica mundial.

Se trata de un paquete indiscriminado de ajustes, calificado por el propio Obama y los líderes republicanos de arbitrario, que puede reducir la tasa de crecimiento económico en más de medio punto. Un suicidio pactado hace tiempo en el marco de esas tensas negociaciones, llenas de fechas insuperables en las que demócratas y republicanos han convertido en los últimos tiempos la negociación del presupuesto.

Pero esta parece ser la hora final de una estrategia que desplazaba el problema, pero sin resolverlo nunca. Ahora, ya en su segundo mandato, y sin la presión de tener que ser reelegido Obama parece dispuesto a jugar fuerte. A solucionar de una vez el problema y sacar a las cuentas públicas del país del ‘bucle’.

Esta vez no ha habido concesiones de última hora para los republicanos, la suerte está echada y cada cuál tendrá que explicar a los ciudadanos los motivos de las decisiones que tome. Más aún, cuando el próximo 27 de marzo hay otra fecha clave, porque si el Congreso no eleva el techo de gasto, la Administración de EEUU puede quedar paralizada.

A pesar, del negro panorama, el ‘secuestro fiscal’, aún puede atenuarse y paliarse, porque las agencias afectadas por el recorte tienen hasta el 1 de octubre para promulgar los ajustes. El año fiscal estadounidense termina en septiembre y habría, por lo tanto, tiempo para legislar de tal forma que los efectos del recorte quedarán prácticamente anulados.

Y los republicanos no tienen ahora una mano ganadora, sobre todo porque entre los ajustes previstos, que incluyen la Sanidad y el gasto en programas sociales, también hay un espacio para adelgazar el presupuesto de Defensa. Y es el más alto, porque supone un 7,8%, mientras que en los otros casos la cifra ronda el 5%.

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