CETA: Los socialdemócratas deciden este miércoles el futuro de Europa

CETA: Los socialdemócratas deciden este miércoles el futuro de Europa

Stop CETA

El Parlamento Europeo vota esta mañana el controvertido tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá con la duda del voto de los diputados del grupo socialista. Lo más probable es que salga adelante. El futuro de las pequeñas y medianas empresas. El futuro del sector de la alimentación. El futuro de la Justicia y el de los derechos humanos, y el futuro del empleo. El porvenir de Europa depende del resultado de la votación que habrá este miércoles a las doce del mediodía en el Parlamento Europeo.
 
A esa hora, los diputados de la Eurocámara decidirán si aprueban o no aprueban el CETA, el polémico tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá. Las posiciones están relativamente claras, salvo en el caso de los socialdemócratas, que trasladan a Bruselas los problemas identitarios que llevan años arrastrando.
 
El grupo popular del PP, el grupo de los liberales, donde está Ciudadanos, y partidos como el PNV, votarán a favor del acuerdo. La izquierda, por su parte, votará en contra y se prevé que los socialdemócratas no voten todos a una, como ya sucedió en la Comisión de Comercio Internacional de la Eurocámara, donde se dio el visto bueno al tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá sin el consenso entre los socialistas.
 
Varios parlamentarios socialdemócratas franceses y belgas votaron en contra de un tratado que consideran “adverso” a los intereses de los europeos. Sin embargo, los 14 parlamentarios del PSOE no parece que lo tengan tan claro. De hecho, Sergio Gutiérrez, secretario general de los socialistas españoles en el Parlamento Europeo, asegura que el CETA es el acuerdo «más avanzado» hecho por la UE.
 
¿Qué va a hacer el PSOE?
 
Esa es la gran pregunta que se hacen a esta hora la mayoría de los ciudadanos inquietos por el CETA. ¿Qué van a hacer/votar los 14 parlamentarios del PSOE en el Parlamento Europeo? Los antecedentes, la Comisión de Comercio de hace unas cuantas semanas, indican que votarán que sí al tratado de libre comercio. Sin embargo, la mala prensa y la presión recibida por parte de organizaciones sociales puede surtir efecto.


Las calles de Estrasburgo, a través de las Plataformas Europeas contra el CETA, serán además el escenario de movilizaciones sociales a lo largo de esta mañana, con el objetivo de intentar decantar la balanza de los indecisos socialdemócratas a su favor. 
 
Una medida que se une a la web que desarrolló hace unas semanas la plataforma STOP TTIP, donde los usuarios podían (y todavía pueden) ponerse en contacto con los europarlamentarios contrarios e indecisos con el CETA.
 
La votación de hoy determinará, prácticamente, si el acuerdo comercial entre la UE y Canadá se implanta con carácter definitivo o no en las dos áreas afectadas, ya que a pesar de faltar la ratificación individual de cada Estado miembro, el CETA será implantado en toda la zona euro a partir de abril.
 
¿Qué traerá el CETA?
 
El CETA es un tratado negociado entre la opacidad y la nocturnidad que no ha hecho más que levantar las suspicacias de los ciudadanos, que sospechan de un acuerdo alcanzado en salas privadas sin acceso permitido a funcionarios o a la prensa.  
 
Los pocos que han podido analizar el tratado han mostrado opiniones contrarias. La versión oficial asegura que este acuerdo mejorará las condiciones laborales y vitales de la UE. Algo que, si es cierto, cuestiona al proceder de la negociación. ¿Quién querría esconder un acuerdo, supuestamente, beneficioso para todos?
 
Greenpeace asegura que el CETA puede llevar la carne hormonada a tu plato en 2017. La organización asegura que la aprobación del acuerdo internacional “permitiría la entrada a productos canadienses con estándares ambientales más bajos que los europeos, como la carne de vacuno y porcino hormonada o el trigo transgénico”.
 
Además, informa que “también diremos adiós al sistema actual de evaluación de riesgos para políticas ambientales y de seguridad alimentaria que se basa en el “principio de precaución”.
 
Equo advierte que el CETA podría hacer desaparecer 200.000 empleos en Europa y que va “en contra del medioambiente y del acuerdo climático de Paris”, del mismo modo que UGT ha instado, a través de una carta, a los eurodiputados a que “no den su consentimiento” al acuerdo comercial: “Dado que el contenido del acuerdo es problemático tanto para UGT como para numerosas organizaciones españolas en relación al empleo, derechos de los trabajadores y de las trabajadoras.

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