Fariñas critica que la Unión Europea derogue la posición común con Cuba

Fariñas critica que la Unión Europea derogue la posición común con Cuba

Guillermo Fariñas, disidente y activista de los derechos humanos en Cuba

Este disidente y activista de los derechos humanos en Cuba advierte que se derriba la última crítica que pesaba sobre la política dictatorial. Guillermo Fariñas, disidente y activista de los derechos humanos en Cuba, ha criticado en una entrevista en la Cadena SER  que la Unión Europea derogue la posición común con Cuba.
 
La posición común es un acuerdo al que llegó la Unión Europea en el año 96 -a propuesta del entonces presidente español José María Aznar- que subjetivaba la mejora de las relaciones entre la Unión Europea y Cuba a la mejora en la situación de los derechos humanos en la isla. Los disidentes y opositores encarcelados por el régimen castrista en muchas ocasiones nunca han olvidado ni agradecido lo suficiente aquel gesto de Aznar.
 
Guillermo Fariñas es uno de esos disidentes y ha dicho en  la SER que “desgraciadamente con el gobierno de Rajoy hay buenas relaciones a nivel diplomático, pero no es esa solidaridad que nosotros demandamos de la madre patria para con los cubanos que estamos siendo mal gobernados por el gobierno castrista”.
 
Este acuerdo tenía vigencia sobre el papel porque, en la realidad, la mayoría de los estados miembros tenían acuerdos comerciales bilaterales con Cuba, España incluido. El supuesto ostracismo al que sometía a Cuba, solo sirvió para que se perdieran oportunidades de acercamiento, de negocio y de presión ante los Castro, que otros como Estados Unidos han sabido aprovechar y adelantarse presentándose como adalides de la normalización de las relaciones. Fariñas critica sin paliativos el que Europa ceda ahora sin pedir nada a cambio, porque en Cuba se siguen violando los derechos humanos y encarcelando a disidentes: «Nosotros lo que queremos es que haya un acuerdo digno. Cuándo va a ser realmente que se van a quitar las leyes donde los delitos de conciencia van a desaparecer, cuándo va a haber una legalización de los partidos, cuándo van a terminar las golpizas, las amenazas, los encarcelamientos», se pregunta.
 
El acuerdo tiene que ratificarse en los parlamentos nacionales de los 28 y en algunos casos también en los regionales que, según Guillermo Fariñas, serán los que pongan freno a este proceso. En una reciente visita al Parlamento Europeo le prometían que el acuerdo tiene que ser refrendado por cada uno de los parlamentos regionales para que entre en vigor: «Tenemos la promesa certera de que tres parlamentos nacionales no van a aceptarlo así como está».

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