La posibilidad de que EEUU abandone el TPP ‘da alas’ a China

La posibilidad de que EEUU abandone el TPP ‘da alas’ a China

Xi Jinping, presidente de China

El país liderado por Xi Jinping intentaría incorporarse al tratado Asia-Pacífico para aumentar su influencia. China aguarda con gran expectación el próximo movimiento exterior de Estados Unidos. Lo hace con la esperanza de que Donald Trump cumpla la promesa de evaluar los tratados de libre comercio – TTIP y TPP, principalmente –  firmados por la Administración Obama. El nuevo presidente norteamericano prometió que EEUU abandonaría cualquiera de esos acuerdos, siempre y cuando éstos no fuesen los suficientemente satisfactorios para “las empresas y los trabajadores de Estados Unidos”.
 
En el caso de China, el deseo es que Estados Unidos abandone el TPP, ya que los asiáticos barajan seriamente la posibilidad de intentar incorporarse a ese tratado en aras de ganar mayor influencia sobre la región Asia-Pacífico. Algo que en estos momentos no pueden realizar debido al bloqueo que Barack Obama les ha infligido durante la negociación del tratado.
 
Sin embargo, la posición de Donald Trump ha abierto un hilo de esperanza en el Gobierno chino. El propio presidente del país, Xi Jinping, ha decidido mover ficha y en una semana comenzará una gira exprés por América Latina donde recorrerá los tres países inmersos en el TPP de la región: Méjico, Chile y Perú. Los otros son Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá y Estados Unidos.
 
El presidente chino asegura que Trump tiene en la mente el establecimiento de un mundo “proteccionista” que no converge, en absoluto, con los planes del propio Xi Jinping, que radican en la creación “lo antes posible” de un espacio de libre comercio entre Asia y el Pacífico.
 
En esa misma línea se encuentra el primer ministro japonés, Shinzo Abe, que ante el miedo de que una victoria de Hillary Clinton pudiera suponer la renegociación del acuerdo, decidió llevar el tratado al Parlamento horas antes de las elecciones norteamericanas.
 
El órgano de decisión nipón ratificó el acuerdo, aunque eso bien podría convertirse en una trampa mortal. El programa económico de Japón depende ahora de un acuerdo sin firmar y podría llegar a abarcar casi el 40% de la economía.

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