Estado de excepción tras las protestas por la violencia policial en EEUU

Estado de excepción tras las protestas por la violencia policial en EEUU

Protestas en EEUU - Jeff Siner/TNS/Zuma Press/dpa

Además, el gobernador del estado de Carolina del Norte, Pat McCrory, tomó medidas para movilizar a la Guardia Nacional y a la policía de carreteras. Las autoridades decretaron el estado de excepción hoy en la ciudad de Charlotte tras los enfrentamientos que se produjeron en la manifestación en contra de la violencia policial.

Además, el gobernador del estado de Carolina del Norte, Pat McCrory, tomó medidas para movilizar a la Guardia Nacional y a la policía de carreteras, escribió el funcionario en su Twitter.

La tarea de la Guardia Nacional será proteger edificios y otros bienes y su apoyo fue solicitado por la policía, dijo McCrory a la CNN. También es posible que se decrete un toque de queda, añadió, aunque esa decisión queda en manos de la alcaldesa de Charlotte, Jennifer Roberts.

El miércoles se produjo una segunda noche de manifestaciones en las que cientos de personas salieron a las calles a protestar por la muerte de un hombre afroamericano a manos de la policía. Mientras que los agentes dicen que iba armado, otros testigos lo niegan.

Tras un inicio pacífico la situación escaló rápidamente y hubo enfrentamientos, saqueos y uso de gas lacrimógeno por parte de la policía contra los manifestantes.

Un hombre resultó herido de bala y se dijo que había muerto, pero las autoridades se retractaron después e indicaron que está en estado crítico en el hospital. El disparo fue hecho por otro manifestante y no por la policía, subrayaron.

En las protestas del martes por la noche fueron heridos 16 policías, horas después de que Keith Lamont Scott, de 43 años, muriera en un estacionamiento.

El Departamento de Justicia norteamericano está investigando la muerte del afroamericano, en medio de reportes fuertemente contradictorios sobre el incidente, explicó este miércoles la fiscal general Loretta Lynch.

«Estamos en contacto regular con la autoridades locales, que están llevando adelante su investigación sobre el tiroteo», afirmó en Washington.

Según el jefe de policía Kerr Putney, varios agentes buscaban a un sospechoso el martes en un complejo de viviendas. Un grupo de unos cuatro agentes que iban tras el fugitivo encontró a Scott sentado en su vehículo.

Putney manifestó que Scott, que no era el hombre buscado, «salió del vehículo armado con una pistola» y volvió a entrar al coche. Los agentes se acercaron y lo instaron en voz alta varias veces a que arrojara el arma y se bajara del automóvil. Putney dijo que testigos confirmaron la advertencia realizada a Scott.

Finalmente el hombre salió nuevamente del automóvil con el arma, ignoró las órdenes policiales para arrojarla y se le disparó. Los agentes «vieron el arma en su mano la segunda vez que salió del vehículo», afirmó Putney.

La policía llamó a una ambulancia y le practicó reanimación cardiopulmonar hasta que llegaron los médicos. Scott murió poco después en el hospital.

El agente que mató a Scott es afroamericano, tiene dos años en la fuerza policial y está bajo licencia administrativa, explicó Putney.

Una reportera difundió un video de la hermana del muerto, que aseguró que no estaba armado. Según contó, el hombre se encontraba leyendo un libro en el vehículo y esperaba a su hijo, cuando la policía lo paralizó con un arma de electroshock y luego lo ultimó con cuatro tiros.

«No encontramos un libro», aclaró Putney. «Encontramos un arma».

La alcaldesa Jennifer Roberts llamó a la ciudad a la cama y aclaró que el caso está siendo ampliamente investigado.

Desde hace años se registran en Estados Unidos protestas contra la violencia policial excesiva contra la comunidad negra.

El lunes se difundieron videos sobre otro caso. Las imágenes mostraron cómo una policía blanca en Oklahoma mata a un afroamericano desarmado.

Lynch dijo que el Departamento de Justicia también abrió una investigación sobre derechos civiles esta semana por la muerte del hombre en Tulsa.

«Estos trágicos incidentes… han subrayado una vez más, en los términos más vívidos y dolorosos, las divisiones reales que aún persisten en esta nación entre los cuerpos de seguridad y las comunidades de color», dijo la fiscal general.

Ante la comisaría central de Tulsa se reunieron cientos de personas, que se manifestaron de forma pacífica y también reclamaron mediante consignas y carteles el despido de la agente que disparó. Según se anunció, las protestas continuarán.

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