La decisión es criticada por el partido de los socialistas europeos quienes veladamente le acusan de traición en su cuenta de Twitter A la quinta fue la vencida y esta vez sí se confirmaron los rumores. El ministro estrella del Gobierno francés, Emmanuel Macron, ha presentado su dimisión y ésta ha sido aceptada por el presidente francés, François Hollande.
Y como quién pretende cerrar un círculo, desde la propia sede de la Presidencia de la República francesa, se ha señalado que lo ha hecho «para dedicarse por completo a su moviento político». Es decir, a «En marche», con cuya creación, el 6 de abril, ya surgieron precisamente esos primeros rumores o globos sonda en torno a la eventual salida de Macron del Gobierno.
Se dijo en aquel entonces que ese intento de apropiación del 15-M galo no era una operación que contase con el visto bueno de Hollande y Macron ya se vio obligado a justificar la compatibilidad de intentar liderar un movimiento de renovación mientras se mantenía como miembro destacado del Gobierno socialista: «Me he tomado mi tiempo, he reflexionado, he consultado, asociado y he decidido que crearíamos un movimiento político nuevo», declaró. También el jefe de Estado francés reafirmaba unos días más tarde en una entrevista en France 2 que entre él y su ministro de Economía había una relación de lealtad personal y política.
Sin embargo, los partidario de Macron y representantes del ala derecha del Partido Socialista (PS) francés no han parado de animar al hasta ahora ministro de Economía a que diese un paso más. Figuras como el senador y alcalde de Lyon, Gérard Collomb, que considera que las bajas cifras de popularidad de Hollande deberían hacer que éste renunciase a la reelección y dar paso a su hasta ahora protegido.
Una posibilidad cada vez más firme en un escenario en el que el presidente francés no solo no tiene visos de remontar su popularidad, sino que incluso, según los últimos sondeos, ni tan siquiera pasaría a la segunda vuelta de las próximas elecciones presidenciales. Es más, de hecho, de entre las principales figuras de la política francesa, es quien suscita más rechazo según una encuesta de IFOP para Atlantico publicada el mes pasado.
Unas circunstancias en las que, de considerarlas probables, Hollande ya ha dejado entrever, sin ir más lejos esta misma semana, que renunciaría a ser candidato. Lo que a su vez, abriría el camino de Macron hacia la presidencia ya que, según ha desvelado Cecile Cornudet en Les Echos al adelantar la noticia que se confirmaría esta tarde, el exministro de Economía «sueña todavía con una ruptura dulce con François Hollande».
Es decir, Macron «no se ve como un Bruto» que termine con las aspiraciones de reelección de Hollande; sino que su idea es la de «estar preparado» ante la eventualidad de que el actual presidente decida retirarse. Una sutiliza que quizá no sea apreciada por su mentor político, según señala Cornudet, pero que tiene visos de convertirse en realidad.
Más aún cuando las encuestas siguen situando a Macron como la figura de la ‘izquierda’ preferida por los franceses; si bien no por sus propios teóricos correligionarios, ya que muchos de ellos cuestionan que el (relativamente) joven prodigio de la política francesa tan siquiera se sitúe en ese espacio ideológico. Desde luego, sí que parece contar con la clara oposición del Partido Socialista Europeo (PES) que en su cuenta de Twitter ha dejado entrever una gran y paradójica decepción al señalar: «A principios de este mes, Emmanuel Macron dijo que ‘no era un socialista’. Ahora lo sabemos seguro».
Earlier this month @EmmanuelMacron said he was ‘not a socialist’. Now we know for sure. #MacronDemission #Macron
— PES (@PES_PSE) August 30, 2016
Y es que, lo que está claro es que, con sus 38 años, la figura de Macron se puede considerar toda una anomalía entre una clase política en la que, sin embargo, no es extraño que su sustituto al frente del ministerio de Economía sea Michel Sapin, quien ya accediera a esa misma cartera en 1992. Sin embargo, de hacer caso a la citada encuesta de IFOP; ahora, sólo Alain Juppé, quien previamente debería apartar a Nicolas Sarkozy para hacerse con la candidatura conservadora, estaría en estos momentos en mejor posición para llegar a la Presidencia francesa.
French voters really don’t want #Hollande, #Sarkozy or #LePen as president in 2017. #Juppe & #Macron are exceptions. pic.twitter.com/pk9nWcTkJI
— Maxime Sbaihi (@MxSba) August 30, 2016
