El desplome del petróleo mina el proyecto independentista de Escocia

El desplome del petróleo mina el proyecto independentista de Escocia

Extracción de petróleo

El déficit de Escocia duplica el del conjunto de Reino Unido, mientras que el gasto público por ciudadano de Edimburgo ha sido 1.400 libras superior a la media del país. Escocia se enfrenta a un escollo inesperado en su hipotético camino hacia la independencia: el desplome en la cotización del petróleo. El agujero que la pérdida de valor del crudo podría suponer para las finanzas de la nación británica ponen más que nunca en evidencia la importancia de los fondos de Londres y el problema del déficit.
 
La drástica caída de ingresos por el comercio de hidrocarburos ha quedado en evidencia en las cuentas que ha hecho públicas este mismo miércoles la administración escocesa. En ellas se aprecia que, junto con otros factores, la reducción de esta partida ha provocado un incremento del déficit público de cuatro puntos con respecto al PIB de la nación británica, cuando en del conjunto del Reino Unido se contrajo en 100 puntos enteros.
 
El asunto, además de ser un problema de primer nivel y difícil atajo en sí mismo, se torna en contra de las aspiraciones de una Escocia independiente que regresase al seno de Europa. Las políticas de austeridad que han introducido el techo de gasto en las leyes fundamentales de todos los países miembros de la Unión Europea supondrían sin duda un duro obstáculo a superar para conseguir el visto bueno de Bruselas a un déficit que se revela galopante ante la falta de iniciativa de Edimburgo.
 

Con un gasto público de 1.400 libras por persona más elevado que en el conjunto del país, Escocia alcanza un déficit del 9,7% sobre su PIB, según el informe sobre ingresos y gasto público para el periodo 2014-15. Este porcentaje casi duplica el del conjunto del Reino Unido, lo que ha resaltado la evidencia de los fondos recibidos como miembro de la unión británica.

La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha reconocido que “Escocia encara, con independencia de nuestras disposiciones constitucionales, una desafiante posición fiscal”. No obstante, la líder del Partido Nacional Escocés y abanderada de la separación con Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, no ha explicado si su hoja de ruta contempla subidas de impuestos o recortes en el gasto público.

En su lugar, ha defendido, el objetivo sería crear una economía más próspera que facilitara la afluencia de más ingresos a las arcas públicas sin necesidad de reforzar las cargas tributarias existentes en la actualidad, un escenario que los analistas califican de improbable a tenor de la contracción económica que suele aparejarse a situaciones de incertidumbre política, como ha ocurrido ya con el Brexit.

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