No obstante, se trata de una resolución no vinculante y habrá que esperar hasta septiembre para la llegada de propuestas legislativas El Parlamento Europeo ha solicitado hoy medidas que atajen de raíz la pobreza energética. En este sentido, los eurodiputados han pedido usar fondos comunitarios para mejorar la eficiencia energética y que el impulso a la autogeneración vaya en beneficio de los más desfavorecidos.
Una medida que viene a profundizar en la línea iniciada en abril pasado cuando la Cámara comunitaria solicitó que «se garantizase que durante el período de invierno no se le cortase la energía a ningún hogar y que se reanudase el suministro a las que ya no tengan». Entonces los eurodiputados aprobaron por 310 votos a favor, 73 en contra y 26 abstenciones una resolución no legislativa del húngaro Tamás Meszerics, que reclamaba una «moratoria en la desconexión de la calefacción».
Ahora se trata de una resolución, eso sí, no vinculante, en la que los eurodiputados han señalado además que «los consumidores deben tener más poder en el mercado energético». Así han apostado por «impulsar las compras colectivas, la autogeneración por parte de los hogares y las herramientas de comparación de precios, así como por hacer más fácil los cambios de suministrador y de tarifa», según recoge el servicio de prensa del Europarlamento en su nota de prensa.
Toda una serie de indicaciones que no son precisamente las que caracterizan a nuestro mercado nacional conocido tanto por las últimas medidas que han penalizado el autoconsumo como por su complejidad.
En este sentido, la ponente del texto, la laborista Theresa Griffin ha establecido una relación de causa efecto entre la pobreza y la mala regulación ya que, a su juicio, gran parte de los “alrededor de cincuenta millones de europeos que viven en la pobreza energética tienen contratos desfasados que a menudo incluyen elevados costes por cambiar a otro proveedor más barato».
Una línea en la que Griffin ha incidido con contundencia al señalar: «En 2016, en Europa, nadie debería tener que elegir entre comer o calentar su casa”. Por ello, los eurodiputados han sugerido toda una gama de medidas destinadas a dos objetivos fundamentales: empoderar a los consumidores y transparentar el mercado.
Así, con el propósito de incentivar un papel más activo de los consumidores en el mercado energético, han propuesto: Introducir nuevos modelos de negocio, como las compras colectivas e instrumentos financieros innovadores para fomentar la autogeneración y el autoconsumo; reducir las barreras administrativas para la autogeneración, acortando los procedimientos de autorización y fomentando programas energéticos comunitarios/cooperativos; y mejorar las condiciones para que los inquilinos y residentes en edificios de apartamentos puedan hacer mayor uso de la autogeneración y otras herramientas de eficiencia energética.
Mientras que con el propósito de hacer los precios de la energía más transparentes, el Parlamento plantea: Facturas más frecuentes y contratos más sencillos; medios para acceder a los datos de consumo y otros costes relacionados; permitir a los consumidores comparar ofertas, incluso si no tienen acceso a internet o carecen de cualificación, para determinar si podrían ahorrar dinero cambiando de suministrador; desarrollar mecanismos de precios dinámicos, que reflejen los periodos de alto y bajo consumo y tarifas transparentes y comparables; y desarrollar redes inteligentes y dispositivos que adapten el consumo automáticamente a los cambios de precios.
En este sentido, cabe añadir que se incide en que estas herramientas de comparación deberían ser independientes, actualizadas y fáciles de entender. Así, la resolución propone incluir en la factura la tarifa más ventajosa para el consumidor, basada en su historial de consumo, y permitirle cambiar si así lo desea de la manera más sencilla y sin penalización.
Ahora, según ha indicado el vicepresidente de la Comisión Maroš Šef?ovic, habrá que esperar hasta septiembre cuando se presentarán propuestas legislativas sobre eficiencia energética y diseño del mercado, seguidas de iniciativas sobre energías renovables, un informe sobre precios, y otras en 2018 para crear un observatorio de la pobreza energética.
