El Gobierno cree que la filtración del TTIP «infunde desconfianza» en la negociación

El Gobierno cree que la filtración del TTIP «infunde desconfianza» en la negociación

Cartel en contra del TTIP

El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha asegurado que con la filtración se manda una “señal negativa” con cualquiera que “negocie con la UE”. Fuerte defensor del TTIP, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, que en numerosas ocasiones ha participado en eventos sobre el impacto positivo que traería el tratado entre la Unión Europea y EE.UU, ha lamentado las filtraciones de algunos documentos de las negociaciones. “No es bueno”, ha valorado al entender que “infunde desconfianza” a la otra parte de las conversaciones, sobre todo en el momento delicado en el que se encuentran los contactos tras el desplante de Francia.

La revelación de los textos del TTIP por parte de Greenpeace es un asunto crucial a evitar para García-Legaz al palpar el descontento estadounidense: “Al igual que a los europeos no les gustaría una filtración por el lado estadounidense, es obvio que eso tampoco gusta en el otro lado”. “Sobre todo porque se podría traslada una señal negativa, no solo a EE.UU sino con cualquier que negocie con la UE”, ha aseverado el secretario de Estado de Comercio.

Respecto al estado de las negociaciones, el popular ha avanzado que el debate entre ambas partes está situado sobre si es posible o no cerrar un acuerdo antes de que acabe el año. Algo que es fundamental para García-Legaz, como ha manifestado en más de una ocasión, siempre y cuando se firme el texto antes de que acabe el mandato de la administración Obama.

No obstante, las líneas rojas europeas y españolas están claras para el secretario de Estado: queda “fuera de cuestión” cualquier rebaja de normas de protección a los trabajadores y del consumidor o de estándares medioambientales. “Es algo que no se contempla bajo ningún concepto”, ha remarcado. A pesar de este compromiso, el sindicato CGT ya ha advertido que el TTIP traerá “una mayor explotación de la clase trabajadora”.

Avanzar en el CETA

Mientras gran parte del mundo mira al TTIP, el acuerdo de libre comercio con Canadá (conocido como CETA) se ha ido haciendo un hueco sin la atenta mirada mediática. De hecho, las negociaciones entre la UE y el país norteamericano están llegando a su recta final, según García-Legaz, al reconocer que existe un “respaldo unánime” de los Estados miembros. El único inconveniente sobre la mesa está en si aplicar el pacto de forma provisional o no.

“Hay reticencias de algunos países a que haya una aplicación provisional del acuerdo antes de que haya una ratificación por parte de los parlamentos nacionales además de por el Parlamento Europeo. Piensan que es mejor a todo el proceso y no aplicarlo provisionalmente con carácter anticipado”, ha asegurado el secretario del Gobierno en asuntos comerciales.

Por el momento, la posición de España sobre esta cuestión, sobre si aplicar provisionalmente el CETA o esperar a la decisión de los parlamentos, no es otra que acelerar todo el proceso. “Que entre en vigor cuanto antes. Esperar supone restarle oportunidades a nuestras empresas y abrir el mercado nacional a otros competidores”, ha deseado García-Legaz.

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