El costo total del reemplazo de los billetes de 500 euros, que el BCE dejará de imprimir, obligará a intensificar la producción de otras denominaciones. La controvertida decisión del Banco Central Europeo (BCE) de dejar de imprimir billetes de 500 euros, ante los temores de que estén sirviendo para financiar actividades “ilícitas”, obligará a la institución a producir en mayor cantidad el resto de denominaciones, especialmente las de 100 y 200 euros, lo que conllevará un coste de hasta 600 millones de euros.
El BCE anunció ayer el miércoles que sus otros billetes –de entre 5 y 200 euros- se mantendrán sin cambios y que los bancos centrales nacionales se asegurarán de que están disponibles en cantidades suficientes para satisfacer la demanda.
La decisión de retirar los billetes de 500 euros puede significar costos adicionales debido a que la producción de las otras denominaciones se intensificará. Por valor, alrededor de 300.000 millones de euros de los 1,1 billones de euros en efectivo que hay en circulación se compone de billetes de 500 euros. El costo de su reemplazo total, incluyendo el transporte, podría ser de entre 500 y 600 millones de euros, según los cálculos del oficial del banco central de Austria, Kurt Pribil, que recoge Bloomberg.
El consejo de gobierno del BCE ha anunciado tras su reunión de política no-monetaria celebrada ayer en Frankfurt que la institución dejará de imprimir billetes de 500 euros. La denominación más alta, heredera directa del billete de 1.000 marcos alemán, se había situado en el ojo del huracán ante las acusaciones de que servía para financiar actividades ilícitas como el terrorismo.
La emisión de billetes de 500 euros se detendrá aproximadamente en 2018, cuando se espera que se introduzcan las denominaciones de 100 y 200 euros de la serie Europa. Todas las otras denominaciones, desde el billete de 5 euros al de 200, seguirán imprimiéndose.
