Austria, junto a nueve países de Europa del Este y los Balcanes, solicita que la Unión Europea use aviones militares para agilizar la deportación de los refugiados. La presión sobre los refugiados se eleva. Y en ese papel Austria tiene mucho que decir. Los austriacos, junto a nueve países de Europa del Este y los Balcanes, buscan acelerar el ritmo de deportaciones. Y para ello reclaman un paso más: usar aviones militares para expulsar a aquellos que lleguen a suelo europeo y que no tienen ninguna posibilidad de asilo o que su solicitud ya ha sido rechazada.
Los diez países europeos han pedido en una declaración a la Unión Europea el uso de estos recursos militares para agilizar la actuación sobre los refugiados. Según han informado medios austriacos, el ministro de Defensa de Austria, Hans Peter Doskozil, ha remitido una carta a la jefa de la política exterior de la UE, Federica Mogherini, reclamando la solicitud.
Los planes austriacos pasarían por apoyar el uso de aviones militares “un elemento integral y decisiva de un programa de repatriación total”, tal y como reclama la misiva. Una idea que, como ha informado la Agencia de Prensa de Austria, podría estar sobre la mesa el próximo 19 de abril en la reunión que celebre la UE en Luxemburgo.
Mientras tanto, Austria, en materia interna, ha comenzado su plan fronterizo ante la ruta mediterránea por Italia a la que se han lanzado los refugiados ante los controles de la vía griega. Por ello, el Gobierno austríaco ha confirmado esta semana que a partir del 1 de junio, como fecha límite, introducirá controles fronterizos reforzados en el paso alpino de Brennero, lo que ha levantado críticas italianas y de la Comisión Europea.
El canciller federal austríaco, Werner Faymann, ha declarado ante la prensa que los controles en ese importante nudo viario no eran deseables, pero son “un paso necesario” ante “un posible aumento del número de refugiados” . Acoger a inmigrantes sin límite ni control de identidad “no es posible”, ha zanjado el jefe del Gobierno austríaco.
