Bruselas retrasa otros dos años los nuevos test a los diésel en pleno escándalo Volkswagen

Bruselas retrasa otros dos años los nuevos test a los diésel en pleno escándalo Volkswagen

    Escudo de Volkswagen

    Hasta finales de 2019, los fabricantes no deberán cumplir plenamente con las nuevas pruebas de emisiones en carretera. Los fabricantes de vehículos diésel tendrán al menos dos años de prórroga para tener que cumplir plenamente con los nuevos test de emisiones que realizará la Unión Europea, una información que se conoce en pleno escándalo por el trucaje de los motores que llevó a cabo durante años el fabricante alemán Volkswagen.

    Según publica hoy Financial Times, la propuesta de la Comisión Europea, que ha sido discutida en Bruselas por los funcionarios de los distintos ministerios de transportes, da a los fabricantes hasta finales de 2019 para garantizar que los nuevos tipos de vehículos diésel cumplen con los nuevos límites a las emisiones de óxido nitroso en las pruebas en carretera. Los coches diésel recién fabricados sobre la base de modelos existentes tendrán hasta 2020.

    Estos plazos contrastan con la propuesta aprobada en 2012 por Bruselas para que las pruebas de emisiones en condiciones reales se aplicasen plenamente en 2017.

    Las nuevas propuestas de la CE para estos test reales comenzarán a ser vinculantes en septiembre de 2017. Sin embargo, en esta primera etapa a los coches se les permitiría superar hasta en un 60% el límite establecido por la UE para las emisiones de NOx, de 80 mg por kilómetro.

    Esta flexibilidad se aplicaría hasta septiembre de 2019, después de lo cual el límite de emisiones de este gas nocivo tendría que ser cumplido, aunque con un margen significativo para el error. Para los coches diésel recién fabricados sobre la base de modelos existentes las fechas equivalentes serían septiembre 2018 y septiembre 2020.

    Esta prórroga se conoce en un momento en que la industria automovilística europea se ha visto sacudida por el escándalo de los trucajes de Volkswagen. El gigante alemán introdujo un software que detectaba si el vehículo estaba sobre rodillos de test para realizar de este modo menores emisiones, que después se veían incrementadas durante la conducción real por carretera. Ya en 2007 se aprobó una legislación para que las pruebas se realicen en carretera, pero su aplicación se ha retrasado ya varias veces.

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