“Voy a ser sincero con ustedes: esto va a doler”, ha asegurado Matthias Müller. Hoy martes se ha producido la primera aparición pública del nuevo CEO de Volkswagen, Matthias Müller, frente al personal de la compañía. Fuera de todo pronóstico, se ha mostrado especialmente sincero ante la difícil situación en la que se encuentra el grupo alemán, además de crítico con su predecesor en el cargo, Martin Winterkorn.
Müller, que también ha trabajado para Porsche, se hizo con el cargo después de que se conociera el fraude de las emisiones de gas, hace ahora dos semanas. El escándalo no tardó en estallar: Volkswagen había instalado un software ilegal en once millones de coches en todo el mundo, con vistas a manipular los datos de sus verdaderas emisiones de gas.
Ahora Müller se topa con una difícil tarea: calmar a mercados, políticos, accionistas, medios de comunicación y trabajadores de la compañía. De momento, se puede respirar calma: el consejero delegado de la compañía, Bernd Osterloh, ha asegurado que no habrá repercusiones en los puestos de trabajo.
Con Müller comienza una nueva era en Volkswagen, y el nuevo líder ha agradecido el papel de Winterkorn durante los últimos años al frente de la compañía. No obstante, tampoco ha dudado en distanciarse de su predecesor y mostrarse crítico con su gestión: «yo doy la bienvenida a la crítica constructiva en todos los niveles, porque el unilateralismo no es lo mío», ha asegurado tajantemente.
Y es que Müller es conocido por reconocer verdades que pueden resultar incómodas. “Hay que esperar sanciones importantes», ha explicado, para también indicar que las estrategias de inversión planificadas de cara al futuro tienen que ser replanteadas.
Para empezar, la intención confesa de Winterkorn de ahorrar cada año 5.000 millones de euros a partir de 2017 deberá reajustarse. «Voy a ser sincero con ustedes: esto va a doler”, ha sentenciado.
