El Fondo advierte a Francia que necesita más reformas para lidiar con el elevado desempleo estructural, el bajo potencial de crecimiento y un gasto público en niveles récords. El Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoce que la economía francesa está en proceso de recuperación, pero insta al Gobierno a que siga llevando a cabo reformas para acabar con las rigideces estructurales que hacen que su potencial de crecimiento siga siendo «mucho más débil» que antes de la crisis.
«Vemos una sólida recuperación a corto plazo, pero las rigideces estructurales siguen lastrando las perspectivas en el medio plazo», afirma el FMI, que mantiene que la economía alemana crecerá un 1,2% este año, cifra superior al 1% que espera el Gobierno de François Hollande.
La institución dirigida por la francesa Christine Lagarde alaba los «importantes progresos» que se han realizado recientemente para hacer frente a esas rigideces, y en especial la reducción de la presión fiscal al empleo y las reformas para avanzar en la actividad desde el punto de vista de la oferta.
Sin embargo, advierte de que es necesario continuar con los esfuerzos para hacer frente a los problemas económicos fundamentales de Francia: el elevado desempleo estructural, el bajo potencial de crecimiento y un gasto público en niveles récords. Entre las principales recomendaciones del FMI se incluye que los políticos franceses a todos los niveles adopten reformas estructurales para mejorar la eficiencia del gasto público y limitar su crecimiento a la inflación.
Asimismo, el Fondo aboga por mejorar la flexibilidad para los agentes sociales a nivel empresarial y facilitar el empleo para los más jóvenes y los trabajadores menos cualificados. La institución también insta a mantener el impulso de las reformas en el lado de la oferta para recuperar la competitividad y alentar la inversión, lo que pasa, entre otras medidas, por retirar los obstáculos al crecimiento de las empresas.
