Cameron esquiva a los laboristas y rechaza un debate cara a cara con el líder de la oposición

Reino Unido

Cameron esquiva a los laboristas y rechaza un debate cara a cara con el líder de la oposición

David Cameron, primer ministro de Reino Unido

Ed Miliband busca desesperadamente enfrentarse al primer ministro para tratar de minimizar la pérdida de terreno que las encuestas vaticinan para su partido en Escocia, uno de sus feudos tradicionales. El Partido Laborista británico está intentando por todos los medios medirse ante los conservadores en un debate público antes de las elecciones que tendrán lugar el próximo mes de mayo. Su intención es, entre otras cosas, minimizar el golpe que las encuestas vaticinan para ellos en Escocia, donde perderían un terreno significativo frente a los nacionalistas.

Sin embargo, los conservadores están en modo esquivo. Sin ir más lejos, esta semana el primer ministro británico, David Cameron, ha rechazado la posibilidad de medirse cara a cara ante las cámaras de televisión con el líder laborista, Ed Miliband, y ha advertido que sólo participará en un debate que incluya a los líderes de los siete grandes partidos, incluido el conservador.

«Reto al primer ministro a medirse conmigo cuando quiera y donde quiera», replicó el jefe de oposición, que también acusó a los canales de televisión de plegarse a las órdenes de Downing Street. Pero es que hasta el propio viceprimer ministro, el liberal Nick Clegg, ha acusado a su socio en el Gobierno de coalición de «querer dictar unilateralmente las reglas del juego» y de negarse a negociar con el resto de las fuerzas políticas.

Al parecer, y según informa el corresponsal de El Mundo en la capital británica, el detonante de las polémicas declaraciones de Clegg fue la exclusión inicial en los debates televisivos de Natalie Bennett, la líder del Partido Verde, que ha ascendido hasta el cuarto lugar en algunas encuestas.

En su última comunicación con la comisión que organiza los debates, Cameron alega que el debate tiene que estar no sólo abierto al Partido Verde y al ultraconservador UKIP (Partido de la Independencia del Reino Unido) de Nigel Farage, sino también a las líderes independentistas de Escocia, Nicola Sturgeon, y de Gales, Leanne Wood. Sin embargo, en este último aspecto los laboristas se ponen a la defensiva al alegar que abrir la espita a partidos minoritarios sería desvirtuar la esencia del debate.

Cameron ya fue criticado en su día por rehuir el cuerpo a cuerpo en el referéndum de independencia con Alex Salmond, entonces líder del Partido Nacional Escocés (SNP) y actual candidato a Westminster.

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