El banco de inversión estadounidense concedió un préstamo millonario al BES semanas antes de que el banco luso quebrara. En determinados círculos, Goldman Sachs pasa por ser el banco que ‘gobierna’ el mundo, pero hasta el gigante bancario estadounidense comete errores que le cuestan muy caro. Ese sería el caso de un préstamo de 835 millones de dólares que la entidad concedió el año pasado al luso Banco Espírito Santo, y que ha causado un agujero considerable en las ganancias del pasado 2014.
Tal y como publica The Wall Street Journal, apenas semanas después de que Goldman Sachs concediera el préstamo, Banco Espírito Santo quebró en medio de acusaciones de fraude.
Ahora, el banco de inversión estadounidense se ha visto inmerso en una inusual pelea con el banco central portugués, que rescató a Espírito Santo, sobre si el préstamo debe devolverse íntegramente o no.
Además, el préstamo de Goldman está siendo analizando por los reguladores lusos, que intentan esclarecer los complejos acuerdos financieros que rodeaban a Espírito Santo en el momento de su quiebra, dijo una de las fuentes.
Esta situación pone de manifiesto un conjunto de errores por parte del banco de inversión estadounidense, ya que el préstamo fue aprobado por al menos tres comités de Goldman, compuestos por altos directivos del banco y diseñados para valorar rigurosamente las transacciones para su riesgo crediticio y los daños potenciales para la reputación del banco, publica el rotativo estadounidense.
