Un centenar de expertos sobre el Sida viajaban en el avión derribado

Malaysia Airlines

Un centenar de expertos sobre el Sida viajaban en el avión derribado

Boeing 747-400 de Malaysia Airlines

Los investigadores se dirigían a un congreso internacional sobre la enfermedad que comenzará el domingo en Melbourne. Están todos muertos. La prensa rusa habla de “accidente”. Los medios ucranianos, de “terrorismo”. Pero lo cierto es que, a la espera de una investigación que esclarezca qué pudo haber pasado, de momento sólo se tienen algunos datos aislados: un avión comercial de Malaysia Airlines fue derribado al sobrevolar la zona oriental de Ucrania (controlada por rebeldes afines a Rusia desde hace meses) y las 298 personas que transportaba están muertos.

La tragedia, no obstante, puede ser todavía más grotesca. Varios medios australianos –The Australian, The Star Observer y The Age– han informado a primera hora de este viernes que en el vuelo se encontraban un centenar de investigadores y algunos de sus familiares que se dirigían al 20 Congreso Internacional sobre el Sida que en principio comenzará este domingo en la ciudad australiana de Melbourne.

Según las últimas informaciones conocidas, uno de los investigadores que iba a bordo del vuelo MH17 era Joep Lange, expresidente de la Sociedad Internacional del Sida y actual profesor e investigador en la Universidad de Ámsterdam. Lange (que nació en Nieuwnhagen en el año 1954) dedicó más de 30 años de su vida a la investigación sobre el virus del VIH y el sida, y era conocido por defender el acceso a tratamientos más baratos en países pobres. «Joep tenía un compromiso absoluto con los tratamientos contra el VIH en Asia y África», ha explicado en unas declaraciones recogidas por El País David Cooper, profesor de la Universidad de Nueva Gales del Sur, que ha colaborado estrechamente con Lange en un proyecto en Bangkok.

En el aparato viajaban 298 personas: 283 pasajeros (entre ellos numerosos niños) y 15 miembros de la tripulación. Todos ellos perecieron en el siniestro. De ellos, 154 son holandeses, 45 malasios, 27 australianos, 9 británicos, cuatro alemanes, cuatro belgas, tres filipinos, un canadiense y 41 sin nacionalidad verificada hasta el momento, según un portavoz de la compañía en Ámsterdam al que también cita ese diario.

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