Uber pierde otros 1.270 millones, un 27% más

Uber pierde otros 1.270 millones, un 27% más

Uber

La compañía cerró el primer trimestre de 2016 con un incremento interanual del 27% en pérdidas. Se calcula que en siete años ha perdido 4.000 millones. La gran inversión que ha realizado y está realizando Uber no parece surtir efecto. La empresa de transporte en coches con chófer ha registrado en este primer semestre del año pérdidas de hasta 1.270 millones de dólares (1.125 millones de euros). A pesar de los grandes fichajes que ha llevado a cabo la compañía para ampliar su influencia por el mundo, desde la sociedad justifica que la gran parte del dinero ha ido a parar al pago de ayudas a los conductores.
 
La empresa, la cual ha tenido que lidiar con numerosas normativas en países que le han reportado altas sanciones, en el primer trimestre del año registró ya unas pérdidas de 520 millones de euros. Un primer trimestre que sirvió de anticipo a lo que llegaría en el segundo donde los números negativos llegaron a 750 millones.
 
Tal y como recuerda El País, el impacto de Uber no ha sido tal y como esperaba la empresa, de hecho no remonta el vuelo. Si en 2015 las pérdidas de todo el año alcanzaron los 2.000 millones, cerrado el primer semestre del año pasado en 1.000 millones de euros en pérdidas, este mismo periodo en 2016 ha vivido un aumento del 27% en estas temidas pérdidas. Se calcula que, en los siete años de vida han perdido más de 4.000 millones.
 
Por el camino, Uber ha perdido duras batallas como la que tuvo que labrar en China con su rival local Didi Chuxing que se zanjó con la venta del negocio en China por 35.000 millones de dólares después de que errase su intento de ‘robar’ terreno y buscar seducir a clientes en una campaña que costó hasta 1.000 millones de euros a la compañía.
 
A pesar de las pérdidas, Uber cuenta con una fuerte inversión detrás, desde firmas como Goldman Sachs hasta el Fondo Público de Inversión de Arabia Saudí que invirtió a principios de junio cerca de 3.000 millones de euros. Unas apuestas fuertes de las que la compañía aún no sabe cuándo conseguirá ser rentable.

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